El rector creará un debate con expertos internacionales antes de abordar el sufragio
▸ Vuelve a rechazar la LOSU y recuerda que tiene dos años para la modificación de los estatutos
El claustro de la Universidad de Sevilla aprobó ayer otro escrito de rechazo a la LOSU en el que se exige a las autoridades un cambio de proceder en el desarrollo de las normas actualmente en preparación y se acusa al Ministerio de «decidir unilateralmente no solicitar el preceptivo informe del proyecto al Consejo de Universidades, órgano en el que se encuentran representados todas las universidades, los estudiantes y los Consejos Sociales».
El escrito, que fue aprobado por 132 votos a favor, cinco abstenciones y tres votos en contra, incluye el inicio de «una hoja de ruta» que conduzca a la reforma normativa que pasa por la reforma de los estatutos para implantar el sufragio universal en la Hispalense, como le obliga la nueva Ley, algo que tardará un tiempo.
De hecho, primero se desarrollarán variadas jornadas de valoración y planteamientos, «en las que participarán personas, instituciones y colectivos de relevancia, tanto a nivel nacional como internacional, y pondremos en marcha todo un proceso participativo, académico y riguroso, que nos permita llevar a cabo la mejor toma de decisiones en esta etapa incierta causada por la promulgación de un sinfín de leyes, decretos y normas sin el debido consenso». Esto supone que se celebrarán numerosas reuniones que, según el rector «llevarán meses», antes de iniciar el proceso de cambio de los estatutos necesario para implantar el sufragio.
El tema provocó el rechazo de varios claustrales, entre ellos el exdecano de Derecho, Alfonso Castro, que ayer alzó la voz en el citado órgano para asegurar que la LOSU «ha traído aspectos positivos» a la Universidad de Sevilla como el sufragio universal. «Somos muchos los que estamos satisfechos con ese cambio en el modo de elección del rector», dijo Castro. Otra voz crítica fue la del catedrático de Economía, Luis Ángel Hierro, que acusó al rectorado de «meter ruido» en un momento de elecciones y diseñar una estrategia «para salir en el periódico».
El responsable de la Universidad de Sevilla se defendió asegurando que «no tiene interés» en el tema porque no se va a presentar más a rector y admitió que abordará el cambio de estatutos aunque es una cuestión para la que todavía tiene dos años ya que el plazo expira en abril de 2025.
Además en el texto aprobado ayer expresa «su preocupación por el desarrollo legislativo que ha de llevarse a cabo a nivel autonómico» y solicita a la Junta de Andalucía que incluya a las universidades andaluzas, en el proceso de discusión, reflexión y elaboración de la nueva Ley Andaluza de Universidades.