ABC (Sevilla)

Sánchez acusa al PP de querer impedir el fin de ETA y evita contrariar a sus socios

▸ El presidente no responde a la pregunta de si volverá a pactar con los abertzales

- VÍCTOR RUIZ DE ALMIRÓN

ficado su detención, se colocó de madrugada en mitad de un puente de Ondárroa (Vizcaya) y se hizo rodear por medio millar de radicales, que los agentes tuvieron que apartar uno a uno hasta llegar a ella. Alkorta figura ahora como número uno de la formación en esa localidad y previsible­mente se hará con el bastón de mando por tratarse de uno de los feudos históricos de la izquierda abertzale.

Obviando ese hecho y el pasado de otros tantos, la mesa nacional de EH Bildu se ha limitado a señalar que los casi 4.500 candidatos que figuran en sus listas «tienen sus derechos civiles y políticos en vigor». También asegura que todos ellos «suscriben» tanto el compromiso de EH Bildu por «vías exclusivam­ente pacíficas y democrátic­as» como la «Declaració­n del 18 de Octubre».

Sin mención a las víctimas

Otegi no se olvidó tampoco de incidir en el perfil de partido de Estado que intenta promover desde hace algo más de un año. Dando por zanjada la polémica, insistió ayer en que a partir de ahora la formación pondrá en el centro de la campaña «cuestiones que tienen que ver con el bienestar de los ciudadanos». Incluso se permitió señalar que tiene «total confianza» en que la ciudadanía vasca «sabrá interpreta­r» los «pasos» dados por su formación. Fueron unos diez minutos de intervenci­ón en los que no hubo ni una sola referencia al daño causado con sus listas electorale­s a las víctimas de ETA.

Pedro Sánchez Presidente del Gobierno «El PP hizo lo imposible para impedir el éxito del entonces Gobierno socialista en su empeño de acabar con ETA»

Alberto Núñez Feijóo Presidente del Partido Popular «Es usted más cruel con el Partido Popular que con Bildu. O rompe con Bildu o rompe con la decencia»

Se respiraba un ambiente tenso en el Senado. La sala de prensa por momentos enmudecía como pocas veces. Un silencio espeso. Y la certeza de que se acababa de producir el choque más descarnado entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. El choque parlamenta­rio fue brutal. Y también la guerra del relato que ya como un ritual acompaña a cada debate parlamenta­rio, con los principale­s asesores de los líderes tratando de convencer a los periodista­s de que su jefe había ganado. Pero ayer había poco más que añadir. Sánchez y Feijóo pisaron el acelerador. El presidente del PP criticó al líder del Gobierno por ser «más condescend­iente con Bildu que con mi partido, más cruel con el PP que con Bildu, más generoso con los verdugos que con las víctimas».

A partir de la reflexión de Sánchez consideran­do que las listas de Bildu eran legales pero no decentes, Feijóo le planteó al presidente que «si lo de

Bildu no es decente tampoco es decente que pacte usted con él». «Si lo indecente es legal en tus manos está que no lo sea», dijo. El líder del PP reclamó a Sánchez que «garantice hoy en esta sesión de control que el pacto con Bildu» se ha terminado: «O rompe con Bildu o rompe usted con la decencia».

Sánchez llevaba preparada la réplica. Y fue también durísima. Llegando incluso a acusar al PP de haber intentado impedir «el empeño de acabar con ETA». El líder socialista dijo que el PP no ha sabido «digerir» que ETA se extinguió bajo un gobierno socialista. Sánchez no hizo en su respuesta ninguna crítica a Bildu ni contestó a la pregunta de Feijóo, pero sí trajo a colación el 11-M de 2004 acusando al Gobierno del PP de haber difamado a las víctimas. Feijóo había cuestionad­o a Sánchez por no ser capaz de pedirle a sus socios que retirasen sus candidatur­as. Y en su segundo turno acusó al presidente de un «mutismo vergonzant­e». Feijóo demanda una rectificac­ión completa. Primero que se formalice ante la Junta Electoral la renuncia a estas listas y que renuncien también el resto de condenados por terrorismo: «Se van 7 y se quedan 37. ¿Le parece bien que salgan los que apretaban el gatillo y se queden los que les daban las pistolas?».

Sánchez no dijo nada de todo esto y buscó erosionar el discurso del PP sobre ETA: «Ustedes se rebajaron a la infamia de llamar a ETA ‘Movimiento Vasco de Liberaliza­ción Nacional’», dijo, para añadir que el PP «acercó a 120 presos el año del atentado de Miguel Ángel Blanco».

Pero el intercambi­o de golpes no había acabado. Feijóo reprochó a Sánchez su «soberbia ante los españoles» y se refirió a la historia del PSOE: «No entiende nada de lo que está ocurriendo, 144 años del PSOE para acabar a disposició­n de Bildu, qué pena. Por eso ha vuelto a ser más cruel con el PP que con Bildu». Sánchez no dijo si aceptará los votos de la formación abertzale tras el 28M en municipios del País Vasco o en el Gobierno de Navarra. Pero sí acusó a Feijóo de «abrir las puertas de par en par al partido de la ultraderec­ha» e insistió en responsabi­lizar al PP de utilizar a ETA: «Cuando para España ETA no es nada, para ustedes ETA lo es todo».

Tras el debate, desde el PSOE trasladaro­n que «no queda ni la sombra de aquel hombre que venía de Galicia con ese aura institucio­nal y de seriedad». «Casado es un amateur comparado con el extremismo del señor Feijóo», decían. Por su parte, en el PP el enfado era mayúsculo. «Ha cruzado un Rubicón impensable cuando Sánchez ha dicho que el PP hizo lo imposible para no acabar con ETA. Pensábamos que ni él podía cruzar esa línea». Desde Génova 13 trasladaba­n que «si tuviera un mínimo de dignidad, rectificar­ía ahora mismo». En la cúpula del PP hacen énfasis en que «Sánchez no le ha dicho nada a Bildu, ni con la boca pequeña». Desde el PP dejan claro que ha sido Bildu quien ha traído a ETA a la campaña. «Si conseguimo­s que se retiren los 37, se acaba», trasladan desde el entorno del líder del PP cuando se les acusa de usarlo como eje de la campaña.

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