Se sigue escalando
ANÁLISIS TÁCTICO DEL GENERAL (R)
El paso de escalón y el relevo de unidades bajo fuego enemigo son de las acciones más arriesgadas y comprometidas en la batalla terrestre. Por ello, la amenaza del charlatán Prigozhin de retirar sus mercenarios del frente de Bajmut, para ser relevados por los chechenos de Kadírov, no llegó a consumarse. Pero el simple hecho de proferirla, con el fondo de profundas desavenencias entre el primero y el ministro de defensa ruso, Shoigú, debilitó la potencia de las tropas rusas. Ello fue astuta y oportunamente aprovechado por Kiev para presionar y obligar a las tropas rusas a ceder terreno en ambos flancos de la ciudad, ocupada en su mayor parte por los wagneristas.
El repliegue más significativo fue el del flanco sur donde la Brigada de Infantería Motorizada LXXII (rusa) retrocedió en aproximadamente mil metros. Eso, aunque no colapsa el frente ruso, complica y dilata la posibilidad de conquista plena de Bajmut araña de siete patas, que parecía inminente. En todo caso, esa ciudad sigue constituyendo el centro de gravedad del teatro.
Zelenski acaba de visitar Roma (incluyendo el Vaticano), Berlín, París y Londres en búsqueda de mayores apoyos militares (¿y «espirituales»?). Especialmente interesantes han sido los encuentros en Alemania y el Reino Unido. De la parte germana ha recibido el compromiso de otro potente paquete, valorado en cerca de 3.000 millones de euros, en (entre otros): carros de combate, blindados de infantería, drones, sistemas antiaéreos y municiones.
Alemania podría ser ya, tras EE. UU., el mayor proveedor armamentista de Ucrania; condición que abriga un poderoso y remozado rearme alemán. Los británicos, siempre empeñados en desbordar las líneas rojas sobre los alcances artilleros ucranianos, se han comprometido si no lo están haciendo ya, a entregar misiles de crucero Storm Shadow con un alcance superior a los 250 kilómetros.
Aunque Zelenski, en su reciente periplo, no parezca haber logrado transferencias de aviones de defensa aérea y ataque al suelo, no sería descartable que la potencial contraofensiva ucraniana fuera un señuelo de presión para obtener medios aéreos, que permitirían a Kiev atacar objetivos en profundidad en territorio ruso. Todo se andará, porque conozco a mis clásicos. En fin, se sigue escalando.