ABC (Sevilla)

Michael Douglas y Johnny Depp, los reyes del Festival de Cannes

▸ Los dos actores fueron la apuesta del certamen para inaugurar su edición número 76

- OTI R. MARCHANTE

es un trabajo en equipo. Es un premio al compositor, pero en una ópera el trabajo en equipo es muy importante. Todo tiene que estar muy milimetrad­o y tiene que haber un intercambi­o de ideas».

Recuerda esta músico que «el proceso creativo fue costoso pero también muy divertido. Yo normalment­e compongo las óperas cantándola­s e interpretá­ndolas. Le mandaba el material a la directora de escena. Me imaginaba a tal personaje así y le preguntaba si ella me iba a seguir el rollo. Le mandaba audios. El primer intercambi­o de informació­n sucede en la creación misma. Trabajé más con Marta porque el libreto ya estaba hecho. Mi música dinamizaba la escena y viceversa».

Esta ópera reflexiona sobre un tema que está de actualidad como es el egocentris­mo. Ante ese asunto, García-Tomás considera que «somos parte de la sociedad y a lo mejor no tenemos la perspectiv­a suficiente. Desde el sistema económico, político y global que vivimos se fomenta el aislamient­o, la soledad. La gente se preocupa mucho por su imagen física porque eso le da un valor mercantil. Eso se ve mucho en el mundo de la música. Cada vez los músicos aparentan más belleza y juventud».

Por último, dice que «va a ser bonito reencontra­rse con el equipo de ‘Je suis narcissist­e’ cuatro años después en una época en la que además nos cogió la pandemia de por medio. Ellos están ya con los ensayos y será muy emotivo».

Para su día inaugural, el Festival de Cannes prefirió no ser creativo, ese concepto tan peligroso y a veces terrible, y hacer las cosas ‘comme il faut’, que ya no tiene edad (cumple 76 años) para saltos y cabriolas. Un invitado de honor ¿irreprocha­ble? como Michael Douglas, la pertinente presentaci­ón de los también ¿irreprocha­bles? miembros del jurado, y la proyección de una película lo más francesa posible, ‘Jeanne du Barry’, dirigida y protagoniz­ada por Maïwenn y por el ¿irreprocha­ble? Johnny Depp en un papel nobilísimo, el del rey bien amado y bien dotado Luis XV.

La maestra de ceremonias inaugural era Chiara Mastroiann­i, de comparable nobleza de cuna cinematogr­áfica como la del premiado Michael, de los Douglas de toda la vida. La presentaci­ón de los miembros del jurado daba pábulo a alguna reflexión temprana y al amasado de algún prejuicio y suspicacia, pues está presidido por Ruben Östlund, ganador en dos ocasiones de la Palma de Oro (el doble que Billy Wilder o que Orson Welles), la última en la pasada edición, con ‘Triángulo de tristeza’, y tiene entre sus miembros del jurado a Julia Ducournau, que ganó la Palma de Oro en 2021 con ‘Titane’. Es decir, dos cineastas muy actuales, muy singulares, controvert­idos y cuyos gustos cinematogr­áficos son tan inescrutab­les como los pensamient­os de un vagón de metro lleno de gente mirando el teléfono móvil. Ponerse en su cabeza para predecir dónde caerá este año la Palma de Oro es como prever el número en que caerá la bolita que da vueltas en la ruleta. ‘Rien ne va plus’.

El jurado lo completan los actores estadounid­enses Paul Dano y Brie Larson; Maryan Touzani, directora marroquí de esa maravilla titulada ‘El caftán azul’; el actor Denis Ménochet, protagonis­ta de ‘As Bestas’, y los cineastas Atiq Rahimi, Rungano Nyoni y Damián Szifrón, el argentino de ‘Relatos salvajes’.

Con la proyección de ‘Jeanne du Barry’ quedaba oficialmen­te inaugurada la septuagési­ma sexta edición del festival, que trata de un esquinazo de la historia más querida de la grande Francia, la que fue a darse de bruces con la Revolución. Esquinazo, porque se centra en un personaje singular y esquinado dentro de ella, la última ‘favorita’ de Luis XV, al que se llevó una viruela unos años antes de que Monsieur Guillotine trajera la modernidad.

La directora y actriz llamada Maïwenn despliega una narración clásica, una ambientaci­ón lujosa y unas interpreta­ciones curiosas para contar la historia de Madame Du Barry, desde sus orígenes humildes y su infancia ya encauzada al ‘favoritism­o’, hasta su encuentro con el rey, Johnny Depp, en una secuencia larga y versallesc­a en la que el soberano se queda, ante la belleza de la cortesana, como un folio en blanco de una resma de cien. La relación entre esos dos personajes tan contrapues­tos, el aprendizaj­e de una y también del otro, ocupan el grueso de una historia amable y rica en detalles de la corte y rasga.

Tono caricature­sco

Es evidente un uso por parte de la directora del tono caricature­sco, aunque se le convierta en sus propias manos en algo de gran y mayor significad­o. Por ejemplo, mueve a la risa aquella tradición de no darle la espalda al rey, de retirarse dando unos ridículos saltitos hacia atrás, y que, en los tramos finales de la historia, adquiere ese gesto una nobleza y un sentido de profunda admiración y amor. También se caricaturi­za a la familia real, a sus inquinas y recelos contra la favorita del rey, incluido algún episodio de la casadera y ya presente en la Corte María Antonieta antes de que se aficionara a los ‘croissants’ y de que llegara Sofia Coppola a darle color.

Probableme­nte, no aporte gran cosa ni a la historia y sus convulsion­es, ni tampoco al lenguaje cinematogr­áfico, pero sí muestra musculatur­a en su producción, humor en lo que tiene de parodia, profundida­d en algunos sentimient­os y relaciones y a un Johnny Depp coleccioni­sta del cromo que le faltaba, el del rey de Francia.

 ?? ?? ‘Je suis narcissist­e’ es deudora de la estética del cómic // FOTOS: ESTRELLA MELERO / LLUC QUERALT
‘Je suis narcissist­e’ es deudora de la estética del cómic // FOTOS: ESTRELLA MELERO / LLUC QUERALT
 ?? ?? Michael Douglas, ayer en Cannes // AFP
Michael Douglas, ayer en Cannes // AFP
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain