Ser mejor que él
TODO IRÁ BIEN
Tan importante como la Transición es para España haber derrotado al terrorismo y al independentismo
ADEMÁS de entender la profunda victoria que para España representa que ETA y los independentistas catalanes se hayan incorporado al sistema democrático, la derecha tiene pendiente mirarse al espejo y preguntarse si es presentable la utilización política de las víctimas del terrorismo. La izquierda tiene una larga lista de deberes morales pero yo de la izquierda no espero nada. Tampoco lo espero de los criminales y los doy por descontados, pero me preocupa y mucho cómo y cuándo actúa la Policía.
Algún día la derecha tendrá que preguntarse si tiene algún derecho a patrimonializar las víctimas del terrorismo, y si esto hace algún bien a su memoria. Algún día tendremos que preguntarnos si el PSOE no tuvo sus asesinados, pero sobre todo si no es un insulto, y de los imperdonables, poner adjetivos a los cadáveres. Hay una perversa utilización de la sangre ajena también en la derecha, que con el mismo cinismo que la izquierda, y con el mismo objetivo, aunque en sentido contrario, hace picadillo de los muertos para lanzarlos contra el adversario. El debate sobre la inclusión de terroristas en las listas de Bildu ha tenido poco de civilizado, y todavía menos de compasivo y de respetuoso con el recuerdo de los que cayeron defendiendo nuestro derecho a vivir en libertad y en paz. ¿Está la derecha en condiciones de negar que vio un filón electoralista en ello y que no dudó en utilizarlo? Lo que nos diferencia moralmente de oportunistas y populistas es preservar lo fundamental de la riña y proponer los debates adecuados. Un patriotismo serio, civilizado, que se pueda considerar a la altura de la Historia no ha de desenterrar a sus muertos. Ha de construir sobre ellos. España con la Transición construyó sobre la tumba de Franco una democracia sólida y envidiada en todo el mundo. La exhumación no fue una enmienda al Régimen. Lo fue a la esencia misma de nuestra democracia y al meritorio gran acto de reconciliación sobre la que fue concebida.
Tan importante como la Transición es para España haber derrotado al terrorismo y al independentismo. Y cuando un Estado democrático y libre como el nuestro derrota a los que quieren destruirlo, la manera que tiene de consagrar su victoria es incorporarlos al sistema democrático. Porque la democracia y la libertad son nuestra manera de ser, de vivir y de ganar. Esto es lo que somos y lo mejor que tenemos. Es lo que nos hace moralmente superiores a los que querían destruirnos. Y lo que queda al margen de la democracia es por supuesto la derrota de los marginados, pero también nuestra derrota. Carlos de Inglaterra dio la mano a Gerry Adams, que ordenó el asesinato de Lord Mountbatten, su más querido tío y un símbolo del imperio. La derecha española está tan obsesionada en despellejar a Sánchez que suele olvidarse de ser mejor que él. Un día se chocarán Alberto y Pedro en el túnel de cualquier cementerio. Y el susto que se darán, creyendo que hurgaban en dirección opuesta.