Muñoz se queda solo en la defensa de su modelo para Sevilla
▸Las cartas del 28-M se ponen bocarriba en el debate decisivo de ABC, en el que quedaron conformados los posibles pactos de gobierno
El debate decisivo de ABC con los seis candidatos se convirtió en una enmienda a la totalidad al modelo de gobierno de Antonio Muñoz. La radiografía que hicieron de derecha a izquierda Cristina Peláez, José Luis Sanz, Miguel Ángel Aumesquet, Susana Hornillo y Sandra Heredia fue demoledora, sobre todo en el pilar sobre el que el actual alcalde ha sustentado el éxito de su gestión primero como delegado y después como regidor. El turismo se ha convertido en un búmeran que ha acabado golpeando al Ayuntamiento, que ha acabado pidiendo auxilio a la Junta para limitar los pisos turísticos. De ahí a la gestión de los servicios municipales, como la limpieza o la seguridad. Fue un todos contra Muñoz del que acabó quejándose cuando pidió el voto «pensando sólo en Sevilla»: «Desde la extrema derecha a la izquieda están todos contra mí».
En el plató que se instaló en ABC quedaron conformados ya los posibles pactos de gobierno, que el propio Muñoz se encargó de firmar en su último minuto antes de pedir el voto: Ha habido dos visiones, una apocalíptica y en blanco y negro del PP y Vox y la que yo represento». Y ahí es donde juegan el partido Podemos y Adelante.
Tampoco José Luis Sanz ocultó cuál puede ser la llave de su gobierno. El candidato popular ironizó a la hora de una posible reedición del acuerdo PSOE-Podemos como en el Gobierno central, o como el que hubo la época de Monteseirín y Torrijos: «Lo peor que le puede pasar a Sevilla es ver una coalición de perdedores con Muñoz de alcalde y Hornillo como delegada de Urbanismo». A lo que el socialista respondió irónico: «No quiero pensar en un gobierno de usted con Vox, con la señora Peláez de concejal de Transición Ecológica».
Fue aquí donde el candidato de Ciudadanos pidió la pelota, porque nadie se la echaba, cuando el moderador, Roberto Arrocha, les pidió que contaran cuál era su sueño. Aumesquet señaló: «Que Cs continúe en el Ayuntamiento», a lo que luego apostilló al ver cómo se repartían la tarta y él se quedaba sin trozo alguno: «Sobre el hombrito de Ciudadanos se portan mejor».
La irrelevancia de la formación naranja, que en las encuestas no le dan posibilidad alguna de sacar un solo concejal, tocó suelo cuando el candidato acabó defendiendo que «hay que sacar a los políticos del Ayuntamiento» y que éste sea dirigido por profesionales, como los que él lleva en su lista... tras quedarse sin militantes.
La salsa está en Tomares
Tras dos bloques en los que casi no existió el cara a cara, sino un recital de argumentarios predefinidos y hasta leídos, el moderador se levantó de forma simbólica para que los seis candidatos se fundieran por fin en una discusión sin necesidad de pedir la palabra. Lo logró. Y fue así donde apareció la salsa, el ingenio, el nerviosismo y hasta el cabreo. Muñoz había lanzado una primera puya a Sanz en la que le refería su desconocimiento de la ciudad «porque no vive aquí». E introdujo a Tomares en escena, hasta el punto de que el municipio aljarafeño del que ha sido alcalde el líder popular durante 15 años se habló más que del Polígono Sur.
Tras utilizar en varias ocasiones el mismo argumento del lugar de residencia del candidato del PP tratando de desvirtuar la crítica constante que éste le hacía, al final logró exasperarlo. Sanz
El debate se encendió con un enfrentamiento entre Sanz y Muñoz a cuenta del lugar de residencia del popular y su gestión en Tomares