Todavía queda mucho partido
▸Poca interacción en un debate en el que Sanz y Muñoz apenas se enzarzaron y estuvieron serios. Ellos, de azul, ellas, más sonrientes, en distintos tonos de rosa
Debía haber sido un combate a cara de perro, porque las encuestas dicen que los bloques de la derecha y la izquierda están en tablas (un empate técnico) y porque hay dos candidatos que se la juegan y otros que tienen poco o nada que perder. Si acaso que remontar lo que auguran los sondeos.
El interés estaba servido porque, pese al partido de la semifinal de la Champions entre el Manchester City y el Real Madrid a esa misma hora, en ABC se daba voz a los aspirantes a la Alcaldía para que contrastaran sus propuestas para gobernar Sevilla. Sin embargo, fue un debate con poca tensión y en el que cada uno se ciñó a su argumentario con momentos álgidos. Una sucesión de temas en tono más bien plano. Sin que se perdieran los papeles y en el que sólo la mención de las vacaciones que Muñoz pasa en Torremolinos provocó el enojo del candidato socialista que le afeó que usara aspectos personales para atacarle.
Una cita paritaria, porque son tres mujeres y tres hombres, y en la que cada uno soltó su discurso. Desde la Agencia Espacial de Muñoz a la Sevilla de los barrios que se patea Sanz, limpieza, turismo, infraestructuras, casi todos los temas salieron a relucir en un encuentro en el que los dos principales aspirantes fueron poco expresivos. Mientras que José Luis Sanz cruzaba las manos o se arreglaba la chaqueta, Antonio Muñoz se tocaba la oreja y otros movían su silla. Como si estuvieran cansados o porque queda mucha campaña.
Aunque todos llevaban papeles y bolígrafos, la que más notas tomó fue la candidata de Con Andalucía, Susana Hornillo. Probablemente por su faceta de profesora universitaria. «A ver si hay un poquito de ritmo», tuvo que pedir el presentador, el periodista de ABC Roberto Arrocha. Otro de los momentos cumbre fue el rifirrafe entre mujeres que demostró que las chicas son guerreras. Las dos candidatas de izquierda se enzarzaron con la de VOX a cuenta de seguridad y criminalidad.
Muñoz y Sanz, coincidieron en un look similar, ambos con pantalón chino y chaqueta azul, aunque el alcalde optó por una camisa blanca y el del PP por una azul. Ninguno de los dos llevaba corbata, un complemento que sí eligió el candidato de Ciudadanos, Miguel Ángel Aumesquet, quien optó por un formal traje azul, probablemente uno de los que se compró cuando fue designado candidato hace unos meses y demasiado formal.
En cuanto al ‘outfit’ de las chicas, todas optaron por pantalones, chaqueta en distintos tonos de rosa y sandalias. Cada una a su estilo y demostrando que la indumentaria puede ser seña de identidad. Mientras que Cristina Peláez se decantó por mono negro y una chaqueta rosa fucsia y la melena lisa con un aire más clásico, las de la izquierda lucían ambas sus rizos yllevaban una indumentaria más desenfadada. Quizás un poco más progre.
Susana Hornillo vestía vaqueros, camiseta blanca y chaqueta en tonos lila y Sandra Heredia pantalón negro, camiseta blanca con destellos de colores, enorme bolso y chaqueta rosa pastel. Esta última lucía orgullosa sus tatuajes. «Tengo muchos», decía.
La candidata de VOX, Cristina Peláez, llegó la primera. Muy serena pero la más seria. Había comido lechuga y salmón en casa. Le siguió la de Adelante Andalucía, Sandra Heredia, quien presumía de un equipo sólo de mujeres.«Estoy un poco nerviosa, pero para una vez que me invitan a un debate hay que aprovechar», admitía. Había comido en casa un pollo al curry preparado por su pareja.
Susana Hornillo, la aspirante de Con Andalucía, reconoció que nunca había estado en ABC pese a que le coge cerca de la ETSI, la escuela en la que trabaja como ingeniera de Telecomunicaciones. Hornillo, que había comido unas lentejas hechas por ella , se acordó de los futuros ingenieros. «Mis alumnos se tienen que ir fuera de Sevilla» se lamentó. Sanz, venía rodeado de su corte. Tras una jornada con comerciantes y un paseo por Asunción, además de acudir a Pino Montano, llegó en su «PP móvil». Sanz, que acumula ya 589 días de intensa campaña, comió en casa una menestra de verduras y vio los informativos.
El del PSOE, Antonio Muñoz, apareció tras una intensa jornada con paseo por Rochelambert, la presentación del Anillo Verde, asistencia a un acto del Festival del Orgullo Gay y comida con mayores donde le sirvieron salmorejo y arroz caldoso. «No estoy nervioso», comentaba el candidato, que citó a la Agencia Especial nada más empezar y que en algunos momentos habló con un tono que sonaba paternalista.
Aumesquet, que entró el último, venía tras una comida en casa a base de pasta. «Las encuestas cada vez van mejor. Vamos subiendo, igual llegamos a la mayoría absoluta», bromeaban sus asesores acerca de los malos augurios de los sondeos. El de la formación naranja habló poco aunque se le oía muy bien porque tiene un vozarrón. Con todo un debate en el que brillaron también algunas preguntas del presentador. Como cuando preguntó por el modelo de Feria, por su última visita al Polígono Sur o les pidió que dijeran sus virtudes y sus defectos. Quedan once días para las elecciones y otros tres debates más. Y mucho partido por jugar.
El tono Muñoz fue paternalista y Sanz, serio. La candidata de VOX y las de izquierda quedaron en segundo plano