El infierno está que arde
Lleno absoluto en el estadio Ramón SánchezPizjuán, que acallará las 2.000 gargantas italianas para disfrutar de una cita histórica para el Sevilla
Las vueltas de las semifinales son, en su concepción y no tanto en las formas, verdaderas finales. Porque si no ganas u obtienes un resultado positivo, no pasas, y eso de toda la vida es lo que se conoce como un encuentro definitivo. Es justo lo que quiere hacer sentir el sevillismo a la Juventus desde el momento en el que llegó el pitido final en el Juventus Stadium. Que quiere pasar cueste lo que cueste, sabiendo que Nervión ya no sólo representa a ese famoso jugador más, sino que se planta como un equipo entero extra al servicio de Mendilibar. Uno de la capacidad que tiene el conjunto nervionense, de unos 43.883 aficionados, a los que tan sólo habrá que restarle los más de 2.000 bianconeri que pondrán la nota sin color —por el blanco y negro de la Juventus—, en un campo tan rojo como la sangre que recorre las arterias de quienes lo habitan.
El pasado martes, la respuesta de los miles de convocados había sido unánime, y por ende, las localidades habían sido agotadas en cuestión de horas para vivir uno de esos llenos mágicos en el estadio Ramón SánchezPizjuán, que desnuda sus últimas penas pasadas para lucir el traje de sus mejores galas. Ayer se vendían las últimas ubicadas en la zona visitante de los tifosi. La goleada ante el Valladolid (0-3) fue además un punto más de motivación, si cabía, para una afición enfervorecida con los suyos, a sabiendas de que Budapest está a un sólo partido de distancia y que el apoyo in situ de los sevillistas será vital para que los nervionenses logren el objetivo por séptima ocasión. Porque el 1-1 final de Federico Gatti no fue ningún jarro de agua fría para una tropa entregada al gol de En-Nesyri y todo lo que significa decidir la historia en casa de uno.
«No disponible», era el mensaje que aparecía en la página web del club del Sevilla cuando se intentaba acceder a comprar una entrada para la semifinal de esta noche. Socios rojos (no son abonados con asiento durante la temporada, pero mantienen su número de antigüedad) y blancos (no tienen asiento ni mantienen la antigüedad) consiguieron su papeleta de sitio para animar al equipo frente a la escuadra que dirige Allegri. Por si fuera escasa esta jugosa carta de presentación, el grupo de animación de las peñas sevillistas ha publicado en sus redes sociales las instrucciones para animar al equipo antes, durante y tras el partido.
En dicho plan de animación se incluye la llegada desde Eduardo Dato desde las seis y media de la tarde, para luego volver a usar papel higiénico de color rojo y blanco con el fin de decorar Nervión y darle aún más imponen
El martes, la web sevillista ya registraba el cartel de ‘no hay billetes’ con motivo de la vuelta de semifinales frente a la Juventus
Las peñas sevillistas piden acompañar al autobús hasta el estadio y proponen un plan de animación que arranca desde la previa
cia al coliseo. Por su lado, se espera el aterrizaje de más de 2.000 aficionados de la Juventus en la capital hispalense. Inicialmente la cifra de seguidores que se contaba superaba los mil, pero el club turinés ha doblado el apoyo en las últimas horas para que se viva un auténtico partidazo también en lo referente a las aficiones, siempre prevaleciendo el sentido y el espíritu de la deportividad que debe reinar en un choque de estas características. Por lo que se espera olvidar aquel incidente ocurrido en 2016, donde una minoría de presuntos aficionados de uno y otro club se pelearon en un conocido bar situado en Reyes Católicos.
«Engorilados» en Nervión
Viene usándose en las altas instancias del club sevillista un término que explica la forma en la que la afición nervionense se siente identificada con el equipo al cien por cien. Es más que coloquial, pero su uso se ha extendido no sólo entre los aficionados sevillistas, sino también en sus máximos responsables. El vicepresidente José María del Nido Carrasco aprovechó su visita a la televisión del club para lanzar un mensaje inequívoco para todos, jueguen o no jueguen: «Monchi ahora está igual que todos, engorilado. El equipo no está metido, está metidísimo. Todos los que conformamos el Sevilla FC vamos a dar la mejor versión de nosotros mismos para que ese infierno lo sea para los jugadores de la Juve y los que vengan con ellos».