Sánchez quiere recoger más nueces
EL CONTRAPUNTO
El líder del PSOE entregará a Bildu el País Vasco y Navarra siempre que los de Otegi lo mantengan en la Moncloa
EL acuerdo existente entre el PSOE y Bildu es sobre todo de naturaleza política, pero incluye un apartado destacable referido al reparto del poder. En su vertiente ideológica contempla blanquear al brazo político de la banda terrorista, presentarlo como un partido homologable a cualquier otro y avanzar de su mano hacia un nuevo modelo constitucional dentro del cual tenga cabida la autodeterminación de ciertas regiones, una vez liquidada la indisoluble unidad de la nación española. En ese viaje están embarcados igualmente los sediciosos de ERC y Podemos, cuyo líder, Pablo Iglesias, nunca ha ocultado su admiración hacia ETA por, según él, ser la primera en darse cuenta de que la Transición fue en realidad un perverso mecanismo lampedusiano destinado a mantener vigente el franquismo (sic). A lo largo de esta legislatura los impulsores del proyecto no han tenido tiempo suficiente para consumar la voladura de la Carta Magna, aunque lo harán con toda seguridad en caso de que las urnas les brinden otra oportunidad. Por si alguien alberga alguna duda, ahí está la resolución de la Fiscalía avalando el carácter inapelablemente democrático de la coalición dirigida por Arnaldo Otegi, que lleva desde 2015 presentando a decenas de terroristas en sus listas, en clara vulneración de la Ley de Partidos. «¿De quién depende la Fiscalía? Pues eso…». No lo digo yo. Lo sostuvo Pedro Sánchez en una entrevista inolvidable emitida en RTVE en noviembre de 2019.
Sánchez quiere pasar a la historia como el líder que ‘pacificó’ al separatismo por el procedimiento de cumplir sus exigencias, pero desea más fervientemente aún mantenerse en el poder. De ahí la segunda vertiente de su entendimiento con los bilduetarras, planteada en los siguientes términos: Tú me sostienes a mí en la Moncloa y yo te doy mi respaldo en el País Vasco y Navarra. El líder de los socialistas está dispuesto a entregar municipios y autonomías a los candidatos del hacha y la serpiente, siempre que su grupo en el Congreso responda afirmativamente a la solicitud de apoyo que le formuló el pasado miércoles a Merche Aizpurúa, condenada por enaltecer el terrorismo, en un tono afable muy distinto al desplegado con el PP. Él sabe cómo ha llegado Bildu a gobernar esas localidades, previa eliminación física de sus rivales o anulación de cualquier resistencia a base de imponer terror. Sabe que hay muchos lugares donde sigue imperando el miedo, aunque los ‘abertzales’ ya no sacudan el árbol a tiros y coches bomba, sino con métodos más sutiles. Lo sabe, pero le faltan escrúpulos para inmutarse por ello. Al igual que hiciera el PNV durante décadas, su empeño es recoger nueces, por mucha sangre que las salpique. De ahí que haga oídos sordos a la propuesta de colaboración que le ha hecho Feijóo en esas comunidades. Su poltrona van a pagarla los navarros y los vascos.