El G-7 quiere ahogar la maquinaria de guerra rusa con más sanciones
▸Arranca la cumbre de Hiroshima, donde se espera la presencia del presidente de Ucrania ▸Los sectores del aluminio, níquel, cobre o diamantes, en el punto de mira de las nuevas medidas
En el arranque de una cumbre cargada de simbolismo, el G-7 acordó ayer nuevas sanciones contra Rusia por la guerra de Ucrania mientras espera al presidente Volodímir Zelenski. Sorprendiendo a todo el mundo, durante la mañana de ayer saltó la noticia de que asistirá en persona a la cumbre el domingo, el día de su conclusión. Confirmando esta bomba informativa, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov, aseguró a la televisión de su país que «la presencia física de nuestro presidente es absolutamente crucial para defender nuestros intereses» porque en «esta cumbre se abordarán asuntos muy importantes».
El propio Zelenski se congratulaba en Twitter de la decisión de Estados Unidos de permitir que se envíen cazas F-16 a Ucrania. «Una histórica decisión [...] Cuento con tratar la implementación de esta decisión en la cumbre del G-7 en Hiroshima». Dando ya por hecha su llegada a la histórica ciudad de Japón.
Antes, el presidente ucraniano viajó ayer por sorpresa a Yeda para participar en la cumbre de la Liga Árabe, donde advirtió de que algunos de sus dirigentes «hacen la vista gorda». El viaje de Zelenski supone un enorme riesgo por la seguridad, pero también es un estudiado golpe de efecto. Según el canal indio Wion News, Zelenski llega hoy sábado a Hiroshima y se reúne primero con el primer ministro Narendra Modi.
La presencia de Zelenski en el G-7 añadirá así un valor aún mayor a esta cumbre en Hiroshima, la primera ciudad que sufrió el horror de la bomba atómica en 1945 y cuya sombra planea sobre la guerra de Ucrania por las amenazas nucleares de Putin.
Estableciendo los evidentes paralelismos entre Hiroshima y Nagasaki y las ciudades más devastadas por los bombardeos rusos, Zelenski aprovecharía su presencia para pedir más ayuda militar a las potencias del G-7, que reúne a las democracias más avanzadas: Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá.
En su reciente gira por Europa, el presidente ucraniano visitó algunos de estos países e insistió en que necesita más armamento sofisticado y munición para llevar a cabo una contraofensiva que le permita recuperar los territorios arrebatados por Rusia. Venciendo sus reticencias iniciales para que el conflicto no escale aún más, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se muestra ahora dispuesto a permitir que la Unión Europea exporte sus cazas F-16 a Ucrania como pide Holanda. Si Zelenski aparece en persona en la cumbre del G-7, será una ocasión de oro para conseguir la ayuda militar que tanto necesita y es improbable que se marche de Hiroshima con las manos vacías.
Maquinaria industrial
Junto al posible envío de armamento a Ucrania, otro de los frentes del G-7 son las sanciones contra Rusia, incrementadas en esta reunión. Tras discutir la guerra en su segunda sesión, los líderes de la cumbre emitieron un comunicado anunciando «una mayor restricción del acceso de Rusia a nuestras economías». Controlando sus exportaciones de maquinaria industrial y herramientas, el G-7 quiere privar a Rusia de «tecnología, equipamiento y servicios que alimenten su máquina de guerra». Pero todavía está por ver el consenso e impacto final de estas medidas.
Mientras EE.UU. apunta a 70 entidades de Rusia y otros países con 300 nue