La más lista de la clase
Susana Hornillo es la candidata novata, pero le precede una carrera como profesora en la Escuela de Ingenieros que le da credibilidad. Un proyecto político dividido es su debilidad
Susana Hornillo (Alcalá de Guadaíra, 1976) ha sido la última en llegar a la batalla política. No ha cumplido ni un año al frente de la dirección de Podemos Sevilla y poco más de dos desde que aterrizara en uno de los círculos de la formación de izquierda en plena pandemia. Lo hizo para echar un cable como voluntaria, ayudando a otros vecinos a realizar trámites cuando todas las oficinas habían echado el cerrojo por la alerta sanitaria.
Madre de un niño adolescente y vecina de la Macarena encabeza una candidatura en la que confluyen ocho formaciones, pero en la que se han quedado fuera los anticapitalistas de Adelante con los que no hubo acuerdo. Su otrora compañera, Sandra Heredia, tiene más bagaje en la pelea diaria municipal y un rostro, por tanto, más conocido para el electorado por su condición de edil en el último mandato. Por eso, en la aritmética electoral, esa división en dos candidaturas es la mayor debilidad de Hornillo porque va a restar un porcentaje de votos que puede ser clave para que la izquierda controle o no la Alcaldía hispalense.
Defiende el gobierno de coalición en Madrid como una garantía de prosperidad, pero lo hace en un momento en el que precisamente la convivencia de los dos socios en la Moncloa no es buena.
Su trayectoria personal, sin embargo, es su mejor carta de presentación. Lleva a gala haberse metido a política por ideales y para trabajar por los demás: «Yo tengo un buen trabajo, un buen sueldo y no necesitaba este jaleo», en clara alusión a ese perfil del político profesional que no ha hecho otra cosa que medrar dentro de un partido hasta alcanzar las cúpulas de poder. Hornillo lleva más de 20 años ejerciendo como profesora en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros.
En la campaña electoral ha mantenido un perfil muy centrado, alejado de histrionismos y muy pegado a su discurso. Ha repetido hasta la saciedad cuáles son las líneas maestras de su programa desde un talante muy crítico con el PSOE, pero especialmente con el PP. Programa, programa y programa como diría el desaparecido Anguita.