Montequinto inicia su camino más especial hacia la ermita
▸ Es la primera vez que la hermandad peregrinará como filial de Almonte
Rocío un total de 8.604 horas y 717 turnos asistenciales de 12 horas.
El plan volverá a contar con el Centro de Atención Principal (CAP) de la aldea, conocido popularmente como el «hospital de la aldea» con área de triaje, tres consultas de medicina general, pediatría, traumatología, observación y reanimación, enfermería, curas y yesos, rayos y almacén de farmacia, entre otros espacios. Además de siete Puntos Asistenciales Móviles y cinco fijos distribuidos por los caminos en Huelva, Sevilla y de Cádiz, para atender de forma inmediata cualquier patología. Se refuerzan, asimismo, los centros de Salud de Almonte, la Aldea y Matalascañas. En cuanto a los recursos móviles, el Plan Romero dispone de siete UVIs móviles, nueve ambulancias, dos vehículos de apoyo logístico, cuatro quads, además de un vehículo de intervención rápida y otro de apoyo a la sanidad ambiental y alimentaria. Para las evacuaciones aéreas, como es habitual, se contará con el apoyo de los helicópteros con base en Sevilla y Jerez.
La Junta se ha puesto a disposición del dispositivo un despliegue de 400 efectivos del Plan Infoca, diez autobombas, nueve torres de vigilancia y dos grupos de apoyo además de nueve aeronaves para proteger el camino natural del Rocío.
En cuanto a los avances tecnológicos esta es la edición con más avances de toda la historia del Plan Romero. El operativo contará con el sistema EsAlert o 112 inverso, que permite, en caso de emergencia, enviar mensajes masivos a los teléfonos móviles de los peregrinos que se encuentren en un área determinada con medidas de actuación para su protección.
Otra novedad del operativo desplegado este año es que se va a contar con cámaras de control de análisis de flujo de personas por las que la dirección del Plan podrá conocer en tiempo real dónde se registran las mayores concentraciones para desarrollar su trabajo
La parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles y San José de Calasanz estaba a las cinco de la tarde de ayer repleta de fieles para asistir a la Misa de Romeros de la hermandad del Rocío de Montequinto. En esta ocasión, era especial porque es el primer año que caminan como filial de la Matriz de Almonte, concretamente, la 126. La Misa fue cantada por el coro de la hermandad y tras la salve la emoción comenzó a invadir a hermanos y devotos, sobre todo, cuando el Simpecado empezó a ser trasladado a la carreta, que aguardaba en la puerta.
Loli Auriera es una de las hermanas más veteranas, que vive y siente la hermandad. Callada, en un segundo plano, con su medalla al cuello y la de su marido, vivió este momento en el que los recuerdos no cesaban en su mente y sus lágrimas caían por su rostro. Muy cerca de ella, la familia de los Troya, otra de las veteranas de la hermandad. Sergio y Elena y sus hijos tomaron el testigo de sus padres, que pertenecían a la hermandad desde que era asociación. Este año, después de 27 esperando, es «muy, muy especial» y con los ojos inundados de lágrimas no podían seguir hablando.
Fran y Rocío no quieron perderse este hecho histórico de la salida de la hermandad quinteña como filial. Todos los congregados a las puertas de la Iglesia estaban atentos al Simpecado y una vez ya en la carreta echó a andar rodeado de una multitud de personas, muchísimas más que en otras ocasiones.
Cantes, bailes por sevillanas, guitarras, caña,… la alegría envolvía la carreta del Simpecado y al paso por el barrio, muchos vecinos se fueron incorporando. El alcalde, Paco Rodríguez; el director espiritual de la hermandad, Francisco Javier Nadal Villacreces; el Comisario de la Policía Nacional de Dos Hermanas, Francisco Javier Vidal y Delgado-Roig; y el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías Local, Francisco Alba, acompañaban en la presidencia al hermano mayor, Alberto Jiménez Pérez que, según afirmaba, estaba «ilusionadísimo y contentísimo». La hermandad ha caldado: «Hemos hecho barrio y aquí, ahora, se nota; mira cómo vamos de gente. Es una alegría tremenda porque ha sido mucho trabajo pero ha merecido la pena». La mayoría de hermanos mayores y representantes de otras hermandades nazarenas –Humildad y Pilar, Gran Poder, Santa Cruz, Oración en el Huerto, Sagrada Cena, Cautivo, Amargura, Santa Ana...– también quisieron estar en la salida de esta hermandad que vivía uno de los días más felices de su historia. El hermano mayor del Rocío de Dos Hermanas, José Antonio Alonso, también en la comitiva, mostraba su sorpresa al contemplar «la cantidad de gente» que se unió a la salida y cómo se palpaba y se sentía «la ilusión de haber cumplido un sueño».