Las consultas de Sevilla viven un «tsunami» de casos de niños adictos a internet y a pantallas Los peligros de la inteligencia artificial
▸ Psicólogos de Quirónsalud piden protección para la infancia: «Es un grave problema que va a más»
De «tsunami» califica Natalia Núñez, psicóloga del Hospital Sagrado Corazón de Sevilla, la avalancha de casos de niños y adolescentes con adicción a pantallas que están llegando a su consulta en los dos últimos años. «A raíz de la pandemia hubo que tirar de entretenimientos por el confinamiento y en el día a día se usaron muchos móviles, tabletas y pantallas –explica–. En la población infantojuvenil ha sido muy complicado retirar esa herramienta para los padres, que no han sabido gestionar esta situación, y en 2021 y 2022 hemos visto un incremento de trastornos y problemas mentales asociados al uso inadecuado y abusivo de pantallas. Estamos hablando de niños entre 12 y 17 años, pero también hay casos de niños de 10 y 11 años que llegan a nuestros consultas con muchos meses, incluso años, de problemas asociados a este abuso de dispositivos electrónicos».
Son muchos los problemas asociados al consumo abusivo de pantallas como los trastornos alimentarios. «Los chicos no comen o hacen un uso indebido de los alimentos. No tienen una cultura de la alimentación y se dan trastornos por atracones, que es lo que más vemos en las consultas y que tiene relación con el aumento de la obesidad. El ocio es sentado, no se hace ejercicio y hay mucho picoteo, lo cual tiene este efecto», asegura esta psicóloga.
Basura en las redes
Pero lo peor no es eso sino el contenido de algunos de esos vídeos. «Hay mucha basura en las redes sociales y si esos contenidos nos alarman a los adultos, imagínese qué puede pasar por la mente de un niño de 10 años que está viendo dibujitos de Bob Esponja que se cortan de repente con escenas de sexo explícito e incluso decapitaciones. Estos vídeos salen de cuentas de internet que puede ver cualquier niño que tenga acceso a la Red y que pueden causar grandes trastornos en una mente infantil», alerta Natalia Núñez.
Los primeros síntomas son problemas para conciliar el sueño pero hay otros muchos relacionados con contenidos menos violentos pero más frecuentes. «Estamos viendo muchos casos de aislamiento en los que el niño o
Damián Uroz, psicólogo de Infanta Luisa que participó también en los talleres realizados por Quirónsalud con unos trescientos alumnos de instituto, asegura que «adolescentes y jóvenes estén prefiriendo interactuar con máquinas de inteligencia artificial en vez de humanos. Tengo pacientes muy jóvenes que se sienten tan solos que saben que están hablando con un bot pero eso les consuela. Las redes sociales están deshumanizándolo todo y muchos jóvenes prefieren tener sexo a distancia en toda esa red virtual por los peligros entrecomillas que conlleva a salir a buscarla a la calle», dice. la niña se recluye en la habitación por un consumo de series, videojuegos o videos de Youtube o Tiktok. Incluso están dejando de acudir a clase porque el uso de pantallas lo hacen sobre todo por la noche y no duermen o se acuestan muy tarde», cuenta Núñez. «Yo no soy política pero creo que debe haber una protección a la infancia y este problema está yendo a más y no va a mejorar por sí solo sino todo lo contrario», añade.
En la pandemia se hizo un estudio sobre los efectos del uso de nuevas tecnologías en la población infantojuvenil, cuyo cerebro está aún en fase de maduración y donde la socialización es muy importante: «Se vio que no se está dando o se está dando de forma sesgada. El aislamiento lleva a creer a estos chicos que la realidad se puede pasar con un gesto del dedo sobre la pantalla, algo que no se puede hacer en el mundo real. No tienen el aprendizaje de enfrentarse a un entorno desagradable porque están acostumbrados a cambiar de pantalla y esto no funciona en la calle».
Suicidios
Esta falta de recursos para enfrentarse a los problemas genera a la larga problemas de salud importantes: los jóvenes con esta adicción no tienen tolerancia a la frustración porque carecen de capacidades nuevas para adaptarse a una situación negativa. «Nos están llegando más tentativas de suicidio en los últimos años con ingesta de medicamentos y sustancias y tras la pandemia proliferaron mucho más casos de autolesiones, cortes en los brazos, rasguños, pellizcos, marcaje de uñas en la piel. Todo está muy relacionado con la rapidez de la gratificación. Todas las conductas deben ser gratificadas de forma inmediata porque el aprendizaje se ha hecho así y la vida real no te gratifica todos los días ni a cada paso que das y esto genera mucha insatisfacción, lo que puede generar suicidios», dice la psicóloga.
Aunque puede haber muchas causas y no solo una detrás de cada tentativa es muy importante, según los expertos, el apoyo del entorno o las pautas de crianza del niño. Tenemos un grave problema y quien no lo quiera ver está muy equivocado. ¿El acceso a internet debería restringirse en niños y adolescentes como ocurre con el alcohol o el tabaco? «Yo creo que se debería proteger a la infancia y a la adolescencia. Debería haber un control legal más férreo de los contenidos porque el control parental es casi inexistente. El 85 por ciento de los padres y madres que vienen con sus hijos a nuestras consultas no saben lo que ellos ven sus hijos. Si un padre regala un móvil a su hijo con 9 años ya sabe a lo que se expone», dice.
Raquel Ortega, psicóloga de Quirónsalud en Sevilla, cuenta que conoce casos de niños de 12 años a los que los padres les dejan su móvil o les compran uno y están participando en apuestas en videojuegos muy conocidos como el FIFA. Uno de esos niños apostó 50 euros y no entendía por qué se lo recriminaban sus padres «porque decía que el dinero era suyo y podía perderlo perfectamente porque era su dinero».
«Se están metiendo escenas de decapitaciones y sexo explícito en vídeos de Bob Esponja», alerta la psicóloga Natalia Núñez