Tecnológicas en apuros acuden al crédito de los fondos oportunistas
▸Inversores nacionales y extranjeros dan financiación de último recurso a cambio de intereses más altos y con activos de la empresa en garantía ▸Conceden préstamos ya que en un plan de reestructuración son de los primeros en cobrar si hay concurso de acre
Fondos de inversión que ven una oportunidad en invertir en empresas en dificultades entran cada vez con más fuerza en el mercado español. Estos han existido siempre, pero ahora se han multiplicado aquellos que se ofrecen como vía de salvación a compañías que se ven forzadas a iniciar un proceso de reestructuración, según fuentes financieras. Los ejemplos de vehículos de inversión que se dedican a esto son variados y cada vez más numerosos. Las fuentes consultadas apuntan a nombres como Gordon Brothers, Endurance Partners, Kartesia, Castellana 93 AM... que muestran habitualmente su disposición a entrar en estas operaciones.
Sin embargo, hay un sector más vulnerable y que acude más a estas soluciones: el tecnológico. Este gremio vive una crisis de valoración, no solo en Estados Unidos sino también en Europa, y los despidos no paran de crecer. Compañías que se han endeudado los últimos años para crecer pero cuyo negocio ha dejado de estar igual de valorado que en pandemia. Asimismo, el inmobiliario es otro ámbito que está recurriendo a esta financiación de los fondos ya que está entre los más golpeados por el alza de costes.
Relacionado con todo ello, Guillermo Prada, economista y socio de la firma PradaGayoso, confirma que se ha producido un incremento notable en cuanto a los vehículos de inversión que ofrecen este tipo de financiación de último recurso: «Observamos que hay un creciente número de fondos que están dispuestos a proporcionar financiación a empresas en dificultades».
No solo son fondos dispuestos a proporcionar capital, sino que ya se está haciendo y cada vez son más partícipes en los procesos de reestructuración empresarial. Fuentes financieras indican que las compañías en apuros ahora acuden antes a pedir ayuda a despachos especializados en ese tipo de operaciones para tratar de salvar el negocio o lo que queda de él, ya que en ocasiones se han vendido ya algunas unidades productivas.
Concretamente, son empresas medianas y grandes las que más han interiorizado la necesidad de reestructurarse en lugar de esperar al concurso de acreedores. Es en esos procesos de reestructuración en los que se dan las negociaciones con los fondos de inversión, pero no solo.
Fuentes jurídicas señalan que el procedimiento de actuación suele ser el siguiente. En primer instancia se acude al banco donde tienen el grueso de sus deudas a buscar una refinanciación; si lo que se necesita es un plan más profundo porque el negocio no puede salir adelante, ya entra la reestructuración. En ese momento, la compañía diseña, con ayuda de despachos y consultoras especializadas, un plan para salir adelante y se le presenta a la entidad financiera.
Es en ese momento, en el diseño del plan, cuando suelen tener que entrar estos fondos oportunistas. Así, en un proceso de reestructuración se conciben dos tipos de financiación: la interina, que es la concedida mientras se negocia el plan, y la nueva, que es la necesaria para llevar a cabo el plan.
Ese capital bien pueden aportarlo los bancos... o los fondos de inversión, que llaman con asiduidad a las puertas de los despachos especializados en reestructuraciones ofreciéndose. Y ese ofrecimiento acaba por aceptarse cuando la negociación con las entidades financieras encalla ya que estas llevan desde finales de 2022 cerrando el grifo del crédito por las subidas de tipos y la incertidumbre económica, y más a un sector como el tecnológico que despierta más dudas que nunca.
Lo que ponen sobre la mesa estos fondos suele ser tanto financiación interina como nueva, pero con algunas particularidades. Suelen ser inversiones que exigen un tipo de interés bastante más alto que el que se ve en la banca tradicional y también se piden activos o unidades productivas enteras en garantía, para el caso de que si las cosas se tuercen puedan sacarle algo de rendimiento económico a la apuesta realizada.
Asimismo, no es casual que desde hace dos o tres trimestres los fondos se decanten por hacer estas operaciones. La nueva normativa concursal establece una preferencia de cobro para estos dos tipos de financiación en caso de concurso de acreedores, lo que es una protección para estos fondos que dan créditos de último recurso. Y estos vehículos de inversión son tanto nacionales como extranjeros, pero no están entre los principales nombres de las gestoras de fondos ya que su nicho es otro y actúan de manera más discreta.
Además, los fondos suelen establecer un mínimo de dinero de la operación para entrar a financiar una empresa. Ese umbral se ubica generalmente en un millón de euros, pero en algunos casos no se concede financiación si el crédito no es superior a los dos millones, indican fuentes financieras.
El sector tecnológico vive su particular crisis de valoración tras el auge durante la pandemia
Firmas de inversión como Gordon Brothers, Endurance Partners, Kartesia y Castellana 93 AM se dedican a ofrecer estas financiaciones