Rayyanah Barnawi, la primera mujer árabe en viajar al espacio
▸ A instancias del régimen de Riad, una empresa privada que tiene un acuerdo con la NASA envía a dos saudíes, uno de ellos una científica experta en células madre, a la estación espacial
MAÑANA ALFA Y OMEGA
CLa filial del infierno está en Ucrania a y tiene flores s inco años después de que Arabia Saudí levantara el veto a la mujer al volante, el régimen que pilota el Príncipe heredero Mohamed bin Salman ha dado otro paso de gigante en su estrategia mundial de relaciones públicas con el envío al espacio de la primera mujer árabe.
La nave de la empresa privada norteamericana Axiom Space, un cohete Falcon 9 de Space X, despegó el domingo por la noche hacia el laboratorio orbital de la NASA con dos ciudadanos saudíes, uno de ellos la científica Rayyanah Barnawi, experta en el estudio de células madre. Con ella viajó un exastronauta de la NASA, al frente de la misión, un piloto de combate saudí y un empresario norteamericano.
Axiom Space pretende montar su propia estación espacial en el futuro –para enriquecerse ofreciendo turismo espacial a quien pueda pagarlo–, pero por ahora tiene un consorcio con la NASA sobre su estación ISS para explotarla conjuntamente. La misión de la mujer saudí durará diez días, antes de su retorno a la Tierra.
El régimen de Riad, dirigido desde hace años por el Príncipe heredero Mohamed bin Salman –dada la incapacidad física de su padre el rey– creó en 2018 una Autoridad Espacial para formar astronautas, sólo meses después de que levantara el veto para que las mujeres pudieran conducir sus propios vehículos, una norma que seguía la interpretación estricta de la sharía, la ley islámica. Hasta el 24 de junio de 2018, Arabia Saudí prohibía conducir a la mitad de su población de 33 millones. Las mujeres debían recurrir normalmente a un chófer –dado el estado precario del transporte público en el reino petrolero–, o, lo más habitual, amoldarse a contratar un conductor entre varias.
Cuando los chóferes de los taxis eran extranjeros que se jugaban su permanencia en el país, las mujeres saudíes se sentían un poco más seguras. Pero el proceso de ‘saudización’ hizo posible la avalancha de varones saudíes al volante de los taxis, y con ella saltó la gran paradoja. La ley islámica interpretada por la secta radical wahabí prohibía a la mujer conducir para evitar cualquier situación de contacto –por accidente o por avería– con un varón. Sin embargo, en los taxis se encontraban ahora en una situación aún más arriesgada estando a solas con saudíes.
El golpe de propaganda con el envío al espacio de la primera mujer saudí forma parte de una estrategia de Bin Salman dirigido a contrarrestar las críticas en el exterior. Las internas quedaron aplastadas virtualmente en 2018 con el asesinato del disidente Jamal Khashoggi.
Todo un récord Hasta 2018, Arabia Saudí prohibía conducir a las mujeres en virtud de su lectura de la ley islámica