Serio... pero no tanto
Le encantan los bares puros, bebe Alfonso y escucha marchas de Virgen de los Reyes. Es la antítesis del político abrazafarolas, pero es tan sevillano como el bacalao de Argote de Molina
LJAVIER MACÍAS os rivales políticos de José Luis Sanz le atacan por su rictus severo. No es precisamente el canon del político abrazafarolas que se placea por la ciudad, sino la antítesis. Sin embargo, él convierte su fachada reservada en virtud, porque es perfeccionista, metódico y muy autoexigente. Así lo definen quienes más le tratan en el día a día. Pero, eso sí, es tan sevillano como ‘El Bacalao’ de Argote de Molina, porque de ahí viene su origen. Su abuelo Afrodisio llegó de Soria para buscarse la vida a principios del siglo XX y se colocó en la tienda de ultramarinos de su tío Simón, que le dio el nombre popular a la Cuesta. Afrodisio montó otra en la calle Huelva llamada ‘La Granja’ y toda su estirpe acabó vinculada a la Alfalfa. Por eso José Luis es de San Nicolás y de San Isidoro. Ruán y blanco. Serio, sí, pero no tanto.
Le ha dado en los últimos meses por la agrupación Virgen de los Reyes, hasta el punto de que se pone marchas flamencas en su coche. En su casa sale humo porque no para de quemar incienso de su hermandad de las Tres Caídas a todas horas. También es muy devoto de la Virgen del Rocío. Cuentan que siendo alcalde de Tomares había días que cogía la bicicleta y se plantaba en la aldea para hacerle una visita a la Blanca Paloma.
Le gusta el deporte, va al gimnasio cuando tiene tiempo y el sevillismo le corre por las venas. Quizá por tanta borrachera de copas europeas en los últimos años ha acabado prometiendo que sacará los tanques a la calle si es elegido alcalde de Sevilla. Le encantan los bares puros y el vino de Jerez. Toma Alfonso y todo tipo de oloroso seco. También se bebe los libros de Santiago Posteguillo, porque es un ‘friki’ de la antigua Roma. Por eso es senador por la antigua Híspalis.
Está casado y tiene dos hijos: José Luis (18) y Laura (16), a quienes les debe el tiempo que se ha pasado de barrio en barrio en 600 días. También a Bani, su perro. Su abuelo Afrodisio llegó a ser hermano mayor de la Candelaria. Él ve la luz en las encuestas que le indicaban que el domingo puede cumplir el sueño de convertirse en alcalde de Sevilla.