Sevilla sigue a sus carretas del Rocío desde antes del alba
▸Los peregrinos se concentraron en Triana, la Macarena, el Cerro del Águila y el Salvador antes de que saliera el sol para las misas de romeros
La ciudad de Sevilla se despertó antes del amanecer para acompañar a las hermandades del Rocío que iniciaron su camino ayer miércoles. En Triana, la Macarena, el Cerro del Águila y el Salvador se celebraron misas de romeros muy madrugadoras a las que se unieron unas salidas tempraneras provocando que al filo del mediodía, ya hubieran salido todas las corporaciones hacia el Aljarafe.
La primera de todas en comenzar su recorrido por la capital fue el Rocío de la Macarena, una filial que convocó a sus romeros a las siete de la mañana en la parroquia de San Gil para la eucaristía mientras que la carreta se preparaba en la casa hermandad de la calle Parras y se trasladaba a las puertas del templo. Unos minutos antes de las ocho de la mañana, un miembro de la junta de gobierno colocaba el simpecado en la carreta y los bueyes andaban hasta la basílica de la Virgen de la Esperanza, primer hito de esta filial.
Allí y con una tímida luz, se lanzaron vivas hacia la hermandad rociera y la corporación de la Madrugada del Viernes Santo. Sin tiempo para mucho más, la comitiva aligeró el paso entre las calles Bécquer y Feria haciendo que muchos vecinos intentaran recortar por las vías adyacentes ya que el ritmo era bastante alto para dejar el centro de la capital hispalense en torno a las diez de la mañana.
En la calle Feria, la carreta del simpecado fue recibida con pétalos y romeros por miembros del coro de la hermandad y por devotos de la Virgen del Rocío. El hermano mayor José Romero se giraba cada cierto tiempo para ver cómo avanzaba el cortejo entre los naranjos de este simbólico lugar de la ciudad. Las sevillanas se sucedieron en la Correduría y en la Alameda de Hércules en un itinerario muy vistoso que luego siguió hacia San Lorenzo, San Vicente, el Museo, Plaza de Armas, el puente del Cristo de la Expiración y el Cachorro.
También, en torno a las siete de la mañana, salió el simpecado de la hermandad de Triana de su templo de la calle Evangelista hacia la parroquia de San Jacinto, donde se celebró la misa en la que no cabía un alfiler.
El colorido de las carretas llenó la calle desde la plaza de San Martín de Porres hasta Pagés del Corro y la banda de música de las Nieves de Olivares, la cual interpretó varias composiciones desde el comienzo del cami