Reencuentro de Sánchez con Lastra en Asturias
ciese ser un trámite o mero compromiso, en alguien que por rango y cercanía al secretario general tiene la potestad de marcar su agenda.
Se remontó, incluso, a Pablo Iglesias Posse, el histórico fundador en el siglo XIX del PSOE y la UGT: «Nuestro fundador decía que nuestras ideas, las ideas socialistas, son las mejores, pero no se deben amar en silencio; se deben difundir. Y para difundirlas, hace falta gente valiente como estos compañeros y como estas compañeras que van a defender las ideas del Partido Socialista por Mojácar en todos estos días para que Manolo sea el alcalde», enfatizó el ministro, días antes de que dos de esos «valientes» fuesen detenidos por estar involucrados presuntamente en fraude electoral.
Su diatriba no se quedó ahí, y apelando a la abnegada, a su juicio, tarea de los socialistas de esa localidad almeriense, expuso: «Por tanto, gracias de corazón, compañeros, compañeras, por poner vuestro tiempo, por quitárselo muchas veces a vuestras familias, a vuestros hijos, a vuestros maridos, a vuestras mujeres. Porque merece la pena. Desde luego el proyecto que tenéis entre manos merece la pena», continuó el ministro, antes de clausurar su intervención con su particular pronóstico: Manolo, el próximo alcalde.
Bolaños, que hasta ahora ha tenido un papel discreto en la campaña electoral del PSOE, seguramente hubiera preferido, a tenor de los acontecimientos, tenerlo aún más reducido.
La antepenúltima jornada de campaña de Pedro Sánchez le deparó ayer en Gijón, donde protagonizó un mitin con el presidente socialista del Principado de Asturias, Adrián Barbón, un esperado reencuentro, no exento de gran morbo político. En primera fila estaba su antigua mano derecha, y socialista asturiana de pro, Adriana Lastra, de cuya dimisión como vicesecretaria general del partido se cumplirá este verano un año.
Sánchez no dudó en mencionarla de manera elogiosa, recordando la amistad que les une. El presidente señaló los «buenos amigos» que encuentra en Asturias, «que me han apoyado y estado conmigo en los momentos buenos, pero también en los difíciles, en los más duros, y quiero singularizarlo en una compañera a la que tengo mucho cariño y mucho respeto, Adriana Lastra». Una alusión a su salida de la secretaría general en 2016 que fue correspondida con una ovación a Lastra, quien se levantó para saludar a los más de 3.000 asistentes al mitin del PSOE.