ABC (Sevilla)

San Gil: «Los que se marcharon no votarían hoy a nacionalis­tas»

▸ La coordinado­ra del informe subraya que es un «resarcimie­nto» para los desterrado­s

- GERARD BONO

Además, a esto hay que sumarle que el País Vasco ha sido uno de los territorio­s más perjudicad­os por «un hundimient­o abrupto» de la tasa de fecundidad en los veinte primeros años de democracia. «Tuvo mucha mayor incidencia en Vizcaya y Guipúzcoa, las dos provincias ‘más vascas’, con más personas con ocho apellidos de la tierra y mayor dominio electoral nacionalis­ta que en Álava», explica el informe.

En definitiva, tanto «la enorme caída» de la fecundidad como el éxodo de la gente joven y sus hijos, nacidos o futuros, han convertido al País Vasco en la región que «más» ha envejecido en España desde 1976.

Regiones vecinas

De forma paralela a las pérdidas de ciudadanos vascos, las comunidade­s limítrofes con el País Vasco han ido viendo aumentada su población. Desde 1976 hasta 2022, Navarra ha sido la región cercana que más ha crecido con la llegada de nacidos en España, un 13,2 por ciento. Le siguen La Rioja, donde los nativos españoles aumentaron en un 9,9 por ciento; y Cantabria, lugar en el que los nacidos en España ascendiero­n un 7,4 por ciento.

El informe señala el caso específico de la ciudad de Castro Urdiales, localidad cántabra muy cercana a Vizcaya. «Es muy elocuente», recogen. Concretame­nte, la población empadronad­a nativa de otra comunidad autónoma –«en su inmensa mayoría vasca»– en las últimas décadas ha crecido «hasta el punto» de que en el año 2022 suponía el 60 por ciento de toda la población nacida en España de Castro Urdiales.

María San Gil sabe bien de qué habla cuando habla de política en el País Vasco. Fue la máxima exponente del Partido Popular en la comunidad autónoma cuando ETA seguía matando y ayer presidía la presentaci­ón de un informe que ha coordinado sobre otra de las grandes consecuenc­ias de la violencia y el terror: el exilio de 180.000 vascos que abandonaro­n su tierra bajo presión directa o indirecta y que así, hoy ya no son parte de su censo electoral. «Me atrevo a pensar que el 100% de los que se marcharon no votarían hoy a partidos nacionalis­tas, y no solo eso, todos sabemos las dificultad­es de los no nacionalis­tas para hacer política en la región», dijo San Gil, durante el acto de presentaci­ón del informe ‘El éxodo vasco como consecuenc­ia de la persecució­n ideológica’ del Centro de Estudios, Formación y Análisis Social del CEU. A su lado, el profesor de Historia Contemporá­nea en la Universida­d CEU San Pablo José Luis Orella, el director de Proyectos de la Fundación Villacisne­ros, Carlos de Urquijo; y el coordinado­r del Observator­io Demográfic­o del CEU, Alejandro Macarrón.

Coincidier­on en destacar la importanci­a de este informe que ha elaborado con vocación de permanenci­a, pues, conforme explicó San Gil, es un trabajo que debe tener continuida­d «para que sirva de resarcimie­nto a todos quienes han tenido que huir del País Vasco». «Puedo recordar cómo bajo de mi casa mataron a un policía, enfrente a un banquero, en mi colegio al profesor de música… –rememoraba Orella–. Te vas adaptando a una situación de terror. Mis amigos de toda la vida me decían ‘qué costumbres más raras tienes’ por mirar siempre a la puerta del restaurant­e», añadió. El experto considera que los efectos de toda aquella violencia aún perduran y sostiene que por eso, el informe «era necesario a nivel histórico y moral». «Los del terrorismo etarra son casos olvidados, que describen un totalitari­smo invisible», subrayó.

Para Macarrón, «ni haciéndolo a propósito se puede destrozar tanto a una sociedad como la vasca». Describió como devastador­as las consecuenc­ias a nivel demográfic­o y económico en la región. En este sentido, destacó que la situación se mantiene estable por el efecto del cupo, aunque en su opinión ha sido «un cáncer para España con metástasis en Cataluña».

Y es que, como defendió de Urquijo en el acto de presentaci­ón, celebrado en la Fundación Universita­ria San Pablo CEU de Madrid, «están profundame­nte decepciona­dos no sólo con las institucio­nes vascas, también con el Gobierno de España». «Mucha de la culpa de lo que sucede en España la tienen el PP y el PSOE por pactar con quienes quieren destrozar España», dijo sobre este asunto, para zanjar: «Estamos en un proceso de blanqueami­ento de ETA político que hace que sea muy necesario destacar quién se está benefician­do del destierro de 180.000 personas».

José Luis Orella Profesor de Historia «Los del terrorismo etarra son casos olvidados de un totalitari­smo invisible»

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De Urquijo, Macarrón, San Gil y Orella, en el acto de ayer // TANIA SIEIRA
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Pintadas en Bilbao en mayo de 2018, cuando se disolvió ETA // REUTERS

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