Los vaivenes políticos de Elon Musk: de votar a Biden a apoyar a los republicanos
El gobernador de Florida ha utilizado el poder mediático de Elon Musk para potenciar su campaña y hacer frente al favorito republicano: Donald Trump. Pero Musk también se beneficiará del impulso de DeSantis. Twitter atraviesa momentos difíciles desde que el CEO de Tesla asumió el control de la red social. Los anunciantes huyen, los trabajadores son despedidos y sufre pérdidas millonarias.
Conversando el martes en la ‘Cumbre de CEO del Wall Street Journal’, Musk calificó la decisión de DeSantis como disruptiva: «Será la primera vez que algo así ocurra en redes sociales». También aseguró que no será el último evento político que organizará Twitter y que planea entrevistar a candidatos del bando republicano. Musk, que se declara contrario a la cultura ‘woke’ y muchos de sus comentarios coinciden con la ideología republicana, ha sido, sin embargo, un votante histórico de los demócratas. Fiel partidario de Barack Obama y de Joe Biden, ha atacado a Trump y a Bernie Sanders por igual, pero también ha denigrado a Biden. La ideología de Musk es un constante vaivén.
El empresario se ha descrito a sí mismo como un moderado que votó por los demócratas «porque eran, en su mayoría, el partido de la bondad. Pero se han convertido en el partido de la división y el odio, así que ya no puedo apoyarlos y votaré por los republicanos», tuiteó en 2022, antes de las elecciones ‘midterm’. Más tarde compartió que su primer voto republicano lo dedicaba a Maira Flores, una mujer mexicana.
Según los datos recopilados por Open Secrets, una asociación sin fines de lucro que monitorea la financiación de campañas políticas, Musk ha donado más de mil millones de dólares a políticos, partidos, comités de acción política (PAC) y campañas de referéndum desde 2002. Dinero destinado casi por igual a demócratas y republicanos.
Muchos de los destinatarios eran legisladores de California, donde antes Tesla tenía su sede; y Texas, donde SpaceX tiene sus instalaciones de prueba y lanzamientos de cohetes. La propia SpaceX, que depende de contratos gubernamentales, ha gastado 9,7 millones de dólares en cabilderos; y Tesla, sujeta a regulaciones, ha gastado 5,5 millones de dólares. Musk ha afirmado que esas donaciones en realidad no proyectan sus creencias personales; los describe como el costo de hacer negocios en EE.UU. «Para que tu voz se escuche en Washington, tienes que hacer una pequeña contribución», afirmó en 2013.