Muere Tina Turner, el ave fénix del soul que nunca se rindió al dolor
▸ La diva del pop estadounidense fallece a los 83 años tras varios arrastrando una enfermedad
Tina Turner, una de las divas más populares de la historia del pop, ha muerto a los 83 años en su casa de Zúrich (Suiza), donde residía desde hace años con su querido marido Erwin Bach, su «mentor en el amor verdadero» como ella le llamaba. La intérprete llevaba tiempo luchando contra una larga enfermedad. «Con ella, el mundo pierde a una leyenda de la música y un modelo a seguir», ha señalado el comunicado de la portavoz de la artista.
La cantante que con su single de 1984 ‘What’s Love Got to Do with it’ se convirtió en la mayor superventas de Estados Unidos tenía un carrerón que en cifras generales alucinantes abarca más de doscientos millones de discos vendidos y, según también se dijo, era la mayor vendedora de entradas de conciertos en solitario de toda la historia. Antes de estos shows, en su época mística, Tina Turner dedicaba unos minutos a meditar y rezar pensando en los asistentes del público . Este simbólico hecho, ejemplar, representa un compartimiento que le granjeó en su equipo la fama tipo ‘la mejor persona que he conocido en mi vida’. Pero esta bondad inmensa tuvo que enfrentarse a padecimientos insoportables.
Si su carrera musical fue un triunfo como pocos visto, la superestrella estadounidense se doctoró cum laude en Adversidades de la Vida. No soy sobrehumana, solo una señora de un pueblo llamado Nutbush. Si yo pude llegar a ser indestructiblemente feliz, todos podemos», nos respondió a una entrevista a este diario tras la publicación de sus memorias espirituales ‘La felicidad nace de ti’.
Nacida en 1939 en un pueblo de Tennessee, durante los últimos días de la Gran Depresión, la entonces Anna Mae Bullock conoció de primera mano, como imaginarán, el racismo más atroz con recogida de algodón inclusive. Sin embargo, ni siquiera ese era el mayor de sus problemas entonces porque sus padres se odiaban. Su madre ni quería haberla engendrado y, a sus once, se marchó a otra ciudad. Su padre hizo lo propio a sus 13 años. En aquella época también conoció la muerte de su prima, en quien se había apoyado para sobrevivir a su abandono.
En aquellos 50, Nutbush y otras zonas del norte de Memphis eran la meca del góspel, el blues y el jazz, y la pequeña Anna Mae conoció luego en San Luis a Raymond Hill, saxofonista con quien tuvo un hijo y la conectó al mundillo musical. Pero sería con Ike Turner, quien la subiría por primera vez al escenario con quien cumplió su sueño de cantar, con quien se casaría, con quien conocería el éxito global y con quien tendría una relación horripilante conocida por todos: «Durante años sufrí violencia, física y emocional . Labios rotos, ojos morados, articulaciones dislocadas, huesos fracturados y tortura psicológica», recordaba en su autobiografía.
Pese a todo, Turner tuvo fe en la humanidad. Conoció el budismo y la meditación, que le salvó literalmente la vida como titulamos aquella entrevista en ABC. Aquellos años 70 fueron muy complicados en lo personal y profesional, hasta que compuso ‘ Nutbush City Limits ’, un éxito sobre todo en Europa y un blasón de confianza creativa. Un día, su hijo pequeño Ronnie llegó a casa con un rosario de madera lacada marrón y le dijo: «Mamá, esto es para las prácticas budistas. Si recitas ‘ Nammyoho-renge-kyo ’ podrás tener todo lo que quieras». Poco a poco se adentró en el budismo y sacó fuerzas para abandonar a Ike y vivir su vida y su carrera musical, que se dispararía hasta aquellas cotas casi imbatibles antes mencionaba.
Retirada por todo lo alto en Londres el 3 de mayo de 2009, poseía una estrella en el Salón de la Fama del Rock & Roll, ganó ocho Grammys y cumplió otros sueños, como ser actriz en ‘Tommy’ o ‘Mad Max 3’. Y hasta hay un musical, basado en su biografía, de éxito en todo el mundo, de Broadway al West End, también en la Gran Vía madrileña. Pero también vio a hijos morir, intento suicidarse ella... Y, más allá de tener una trayectoria musical de seis décadas imperial, su mayor logro fue superar todos los reveses de una vida en donde siempre ganó la luz.