El Sevilla no quiere esa Europa
Como la Tina Turner de los 80, los de Nervión han resurgido de sus cenizas. La Conference no les interesa nada
Más o menos cuando estaba terminando el partido en el Martínez Valero, me enteré de que acababa de fallecer la reina del rock. Me acordé de inmediato de la banda sonora de Mad Max, bueno, de su secuela, y del temazo We don’t need another hero. Yo era un churumbel cuando Tina lo petó en la MTV de aquellos 80, no solo con aquel tema, sino también con Private Dancer y, sobre todo, The Best. Tina era un portento sobre el escenario, una suerte de Lola Flores yanqui, pura fibra y magnetismo, algo bastante insoportable para alguien que en aquel momento afrontaba su pubertad.
Tuve que hacerme más mayor para conocer que la Tina que lo rompió todo en aquellos años 80 ya venía de vuelta, después de la difícil década de los 70 marcada por el maltrato sostenido de una pareja abominable, el monstruoso Ike Turner. En aquellos primeros años de éxito, sin embargo, la voz de Tina sonaba deliciosa. Junto a su infausto marido, facturó temas inolvidables como River Deep, Mountain High o Proud Mary.
Como la buena de Tina en aquellos 80, el Sevilla FC asiste en estos días a un momento de reencuentro con el éxito después de un periodo bastante complicado. Sampaoli, cual Ike Turner, sometió al equipo de Nervión a una situación de enorme confusión y depresión, que lo llevó a no saber a qué jugaba ni casi dónde estaba. El abismo de la segunda división nos acompañó durante muchas jornadas, el drama era considerable, el equipo parecía haber perdido su identidad y sus ganas. Pero hete aquí que, de repente, azuzado por un entrenador con un palmarés discretísimo, pero con enorme oficio, el Sevilla comenzó a levantar la voz. Y poco a poco, fue superando etapas en su competición fetiche, la Europa League. Y vinieron los grandes triunfos, las machadas contra el Manchester y la Juve. Y de repente, todos los focos volvieron a situarse sobre el equipo.
Un equipo que, desde luego, no suena, como no sonaba la Tina de los 80, con la misma voz con la que el Sevilla cantó a sus primerizas Europa Lea
Aunque el Elche ya no jugará en Primera División la próxima temporada, no pareció para nada un equipo muerto. De hecho, estuvo más vivo que el Sevilla, que se tomó el choque como un encuentro preparatorio amistoso antes de la final de Budapest. gue. Ahora es un equipo, me parece, más resabiado, más curtido, más consciente de haberse revolcado en el barro y haber paseado por el infierno. Pero por eso mismo, resulta, como la Tina de los 80, irresistible.
Ayer contra el Elche, quedó claro que el Sevilla no quiere la Conference League. El empate le pone muy difícil las cosas, frente a un Bilbao que mañana, si gana contra el Osasuna, podría marcar distancias y ponernos el objetivo de la tercera liga europea mucho más lejos. Tanto más cuando los partidos de LaLiga que le quedan al Sevilla son dos cocos: el Madrid de Vinicius Jr. (ya se especula con guasa sobre cuántos partidos de suspensión le podrían caer al Sánchez-Pizjuán después del sábado) y la mejor Real Sociedad desde hace décadas. Pero todo en el Martínez Valero hacía pensar en poco menos que un partido amistoso. Un entrenamiento previo a la final del miércoles en Budapest, con numerosas rotaciones y escasa tensión. La peligrosa entrada de Gueye a Lucas Boyé cuando solo habían transcurrido 17 minutos, que acabó en justa expulsión,no puso mejor las cosas. El amistoso se complicó aún más, a pesar de que habíamos comenzado ganando gracias al bonito gol de Lamela en el minuto 9.
Había poca afición en el campo ilicitano. El ambiente parecía más bien de pretemporada. Porque, despedido de facto de Primera División, el Elche juega ya con el chip de aclimatarse a las dinámicas de la liga de plata. Con todo, no olía a muerto. Se veía abundante muchachada, y los hinchas del Elche animaban con ganas. El equipo de Beccacece -por cierto: vaya pelazo- parecía de hecho bastante más vivo que el Sevilla, que sin embargo mantuvo el empate a rajatabla hasta el final del encuentro, con algunas oportunidades de haberse adelantado incluso en el marcador.
El Sevilla no quiere la Conference League, y dio la impresión de que no quería este partido. Nuestra esperanza es que todas sus expectativas con Europa estén depositadas en el triunfo ante la Roma. Si es así, y Tina vuelve a cantar con furia su Simply the Best, no hay nada que objetar.