Siete escalones para la gloria
▸Villamanrique vuelve a convertirse en un hito para las hermandades del Rocío en su camino hasta la Aldea
nación con efectivos de seguridad de otras administraciones.
Este operativo se desarrolla en el marco del Plan Rocío Seguro, que moviliza 3.300 efectivos de seguridad y DGT, y en consonancia con el Bando Municipal de Romería, elaborado por el Ayuntamiento de Almonte, y con las Normas Complementarias para la Circulación de Vehículos establecidas por la Jefatura Provincial de Tráfico de Huelva. «Siempre en coordinación, los agentes de la Guardia Civil actuarán para cubrir situaciones especialmente sensibles, para las que se han diseñado una serie de dispositivos de servicio», explicó el delegado del Gobierno de España en Andalucía, Pedro Fernández. Así, se contempla la entrada de las hermandades, las presentaciones en la ermita, el rosario y la procesión de la Virgen del Rocío por la aldea, «además de contar con un Plan de Reacción ante Emergencias, por si tuviera que ser activado», añadió.
Como novedad, se ha ubicado un Punto Violeta en la Oficina de Atención Ciudadana e instrucción de diligencias, situado en las dependencias del Ayuntamiento del Rocío, donde miembros de la Policía Judicial especializados en mujer y menores ofrecerán asistencia especializada en delitos asociados a ambos colectivos.
Siete escalones llevan hasta la gloria del Rocío en Villamanrique. Para los romeros que pasan por este lugar casi mítico de la romería, se trata de un sueño que vuelve a producirse cada primavera a las mismas puertas de Doñana y a pocos kilómetros de la Blanca Paloma.
Así lo vivieron ayer jueves, cientos de peregrinos de localidades como Olivares, Mairena del Aljarafe, Morón de la Frontera o Espartinas. Delante o detrás de los simpecados, decenas de peregrinos cantaron o tocaron las palmas anunciando la llegada de las corporaciones a las puertas de la parroquia de Santa María Magdalena.
El interior del templo fue un remanso de paz y de cierto fresco para los romeros que se querían sentar un rato para descansar porque el Lorenzo apretó pasado el mediodía y cuando se acercaban las carretas de Morón.
Los cantes se conjugaron con algunos romeros que buscaban sombra, hueco y refrigerio. Los abanicos resfrescaron a varias peregrinas que precedían la singular carreta de Espartinas y los abrazos y los saludos se sucedieron en la plaza de San Roque o en la calle Hermanas de la Cruz, por donde salían las comitivas de la localidad manriqueña.
En torno al simpecado, se colocaron los caballos delante del Ayuntamiento y las personas concentradas en la entrada del mismo, apuntaron a otros que llegaron que no se podían colar ya que ellos habían ido al Consistorio a coger sitio a primera hora de la mañana.
Coria del Río
Un río de gente precedió al simpecado de Coria del Río y hasta una señora mayor fue con su carrito hasta casi los escalones hasta que su hija señaló que «quiere estar en todas y no puede ser». Luego, le comentó que «vamos a buscar una sombra para que puedas ver el simpecado subir hasta la iglesia». Este momento fue el más esperado por todas las personas concentradas en la plaza cuando era la una y media del mediodía.
Los hombres agarrados a todos los lados de la carreta ayudaron a los bueyes a subir y a bajar los escalones entre las palmas a compás de una multitud de corianos y manriqueños que acompañaron a esta filial en su transitar por un municipio que forma parte de los hitos del camino.
Hoy viernes, saldrá antes del amanecer la hermandad de Villamanrique para que su carreta reciba los primeros rayos de sol antes de adentrarse en la Raya Real.