Efecto dominó
Las dos decisiones tomadas por el Cachorro de llevar una banda de música al Santo Entierro y después dejarla ya tras el Cristo puede marcar un punto de inflexión en este territorio tan complejo como es el de la música procesional. Y no solo en esta cofradía. Consta que en el Museo ha surgido un movimiento para que el Cristo deje de procesionar en silencio e incorpore otra banda que interprete marchas adecuadas. Y en esto de apostar por la excelencia, parte de la junta y hermanos de Montesión estaba por mantener el acompañamiento de Arahal pero al final han ganado los miedos.
En el Cachorro las alarmas por la música se encendieron en 2010. Ese año sonó en la Campana la reina de las canimarchas, “Al refugio de una madre” composición a mitad de camino entre una samba y el baile de los siete velos. Ver al crucificado con esos sones causó estupor. De ahí vino la rectificación y el viraje a lo clásico que en 2014 fue objeto incluso de un premio Demófilo otorgado al regreso del paso por la calle Castilla. Quién sabe si lo que ha ocurrido este año es la consecuencia de aquellos tiempos.
Es evidente que con Saiz Meneses ha cambiado la política de Palacio a la hora de aprobar procesiones extraordinarias. Ahí están los casos del Cerro y el Museo del año pasado y los de este año. La Virgen del Subterráneo saldrá en un Vialucis por una conmemoración no recogida en las normas episcopales. Ojalá salga con palio o sin él, como ocurrió en 1979. Y de otro lado el Cristo de Burgos prepara su salida de otoño que irá acompañada de una gran exposición en torno a Juan Bautista Vázquez, autor de la talla. Los hermanos han sido citados a cabildo. En esa cita seguro que se escucharán voces de quienes quieren recuperar el misterio de la Virgen San Juan y la Magdalena además de una banda de música al menos por esta ocasión.
La Virgen de los Dolores salió el año pasado por los cien años del barrio del Cerro a petición del distrito. En 2023 se cumple un siglo del Barrio León. Pero en este caso ni se ha pensado lo de sacar a la Virgen de la Salud que fue la devoción principal de la hermandad hasta que llegó el Cristo de Ortega Bru y el izquierdo por delante.
Hoy la misa de Pentecostés del Rocío tiene un carácter especial por el 30 aniversario de la venida del Papa. A propósito de esa visita, en el libro “Mis años con Juan Pablo II” escrito por el que fuera su portavoz Joaquín Navarro, se indica que después de ese viaje que también trajo al Papa al Congreso Eucarístico de Sevilla, el pontífice repetía de vez en cuando “Qué maravilla, el Papa está en Sevilla”. Se ve que se le quedó ese grito al igual que el estribillo de las sevillanas del adiós.
Tras las votaciones de hoy podremos ir teniendo idea de quién será el futuro delegado de Fiestas Mayores. Si sigue gobernando Antonio Muñoz hay dos macarenos en la puja, Juan Carlos Cabrera y Francisco Páez. Si gana José Luis Sanz está claro que el cachorrista Manolo Alés está llamado a ocupar ese puesto. Pero si en una supuesta coalición con Vox, este partido pidiera la delegación de mayor visibilidad ahí podría llegar Fernando Rodríguez Galisteo que es de la Soledad de San Lorenzo y del Cristo de Burgos.
Expiración del Museo
La historia de la religiosidad popular está llena de detalles y de gestos, que a veces ni conocemos , símbolos de la sensibilidad que existen por las cosas y por la gente. Este es el gesto cariñoso del Rocío de Sevilla. En la carreta de Villarreal donde va el simpecado, dos de los guardabrisas son como símbolos de la fraternidad. Cada uno lleva el escudo de las hermandades de penitencia de la Colegial y sus nombres: Amor y Pasión.