El único camino pasa por Budapest 1 2
▸El Sevilla ve cómo el Real Madrid le remonta en un duelo en el que dificulta sus opciones de Conference League
El camino hacia Europa pasa por Budapest. El Sevilla perdió contra el Real Madrid, doblete de Rodrygo mediante, y su única vía para estar en competiciones continentales se reducirá, con total probabilidad dado el número de contendientes por la séptima plaza, a ganarle a la Roma en la final de la Liga Europa. Condicionó, como no podía ser de otra forma, el choque por el título dado que Mendilibar empleó rotaciones y el ambiente no fue el de un Sevilla-Real Madrid habitual. Marcó pronto Rafa Mir y remontó Rodrygo. Fue expulsado Acuña antes de un larguísimo descuento. Se le va la puerta de la Conference League al Sevilla con el empate en Elche y esta derrota pero es que es tan mayúscula la empresa de Budapest que lo opaca todo, como no puede ser de otra manera. Y se notó.
La lluvia en Sevilla es una maravilla. La más que libre traducción de la frase «The rain in Spain stays mainly in the plain» que Eliza Doolittle repite incesantemente en My Fair Lady para corregir su acento cockney viene al recuerdo cuando caen trombas como la de ayer. El césped del Sánchez-Pizjuán apenas lo notó, sí una afición que llegó mojada a un partido que aparentaba tener menos en juego pero que escondía méritos, orgullo y reinvindicaciones como alicientes. Estuvo entretenida la primera mitad. Dos goles, oportunidades, un disparo al poste y la sensación de un ida y vuelta en la llanura de Nervión, ya sin lluvia pero sí húmeda. La bienvenida dibujó lo que iba a suceder, fiel al futuro que estaba ya interpretándose. Corría el minuto 2.38 cuando Rafa Mir ponía el interior para mandar a la escuadra un balón suelto en el área y hacer de la estirada de Courtois una cuestión estética. Era el Sevilla el equipo con hambre que le gusta a su gente. Nada de contemplación, sino mordiscos. ¿Por qué? Pues estaba en juego una camiseta de la final. No hay mejor motivación. Ganarse el sitio en el once o en los minutos que sean de Budapest bien merecía el esfuerzo de los que estaban en el campo y ahí sí podía ser superior el Sevilla al Real Madrid.
El 1-0 reinterpretó el partido. Los de Mendilibar se dan la mano atrás y forman un bloque impenetrable para el juego de limpiaparabrisas de Ancelotti, convertido en un ataque de balonmano ante una defensa 6-0. Sí encuentran un hueco basado en la genialidad de Ceballos, que ve volar a Lucas Vázquez por la derecha. Su asistencia, con Gudelj lanzándose para tapar lo que sea, la manda Rodrygo fuera cuando lo más sencillo era empatar. El Sevilla persigue el contragolpe con un balón largo a Rafa Mir ante el que se tiene que emplear Alaba en la cuerda floja del último hombre. Rekik roba alto y se atreve a la aventura de llegar a la frontal, tras pared con Papu, donde está perfilado con su derecha y jaleado por una grada que le pide que tire. Lo hace y sale fuera.
Al Madrid le hace falta pegada (Benzema) y desborde (Vinicius) y el achique de espacios del Sevilla hace el resto. Así pasan los minutos hasta que llega el 27. Entonces Tchouameni progresa en plan ariete por el centro, a las bravas. Le imita Lamela en una falta típica
Rafa Mir adelantó a los de Mendilibar pero Rodrygo materializó un doblete para remontar; Acuña fue expulsado en el tramo final