Ofensiva contra el narco tras el asesinato de los dos guardias en Barbate
▸Se suceden las operaciones contra el tráfico de drogas y el blanqueo de capitales procedente del narco ▸La última es la caída de dos traficantes con capacidad para enviar 4.000 kilos de coca al mes
La muerte, arrollados por una narcolancha, de Miguel Ángel González y David Pérez, los dos agentes de la Guardia Civil asesinados en Barbate hace una semana, ha redoblado la presión sobre el narcotráfico en Andalucía. Desde el pasado viernes, se han visto persecuciones, operaciones, golpes al blanqueo y cerrado investigaciones abiertas desde principios de febrero con más de una treintena de detenidos. No va a haber impunidad. Guardia Civil, Policía Nacional y Vigilancia Aduanera están dando a conocer operaciones en los últimos días. Es un mensaje claro de que los narcos acabarán cayendo.
La última gran operación fue entre Marbella y Ecuador a primeros de mes. Aunque aún está abierta, ya se han dado a conocer algunos resultados, como la caída de dos importantes ‘señores de la coca’. Son un albanés en Ecuador y un italiano en Marbella que eran capaces de meter en Europa 4.000 kilos de cocaína al mes. Ese era el acuerdo que tenían con los proveedores de Colombia para sacar la mercancía a través de Ecuador y, desde ahí, llevarla con la logística de una empresa de plátanos a Andalucía. Una vez aquí se distribuía por toda Europa. A esta organización se le acreditan envíos de droga a Países Bajos, Bélgica, Rusia, Rumania, Albania y España. Se le han interceptado más de 3.000 kilos entre 2019 y 2022. Durante años exhibieron músculo. En 2020 les incautaron en Países Bajos más de 1.100 kilos de cocaína en uno de sus contenedores. Cambiaron el modelo a pequeños envíos, pero siguieron facturando y enviando droga, hasta que los delató el dinero que entraba en algunas de las empresas.
La Agencia Tributaria cuadró datos. Sacó testaferros y hasta un ‘financiero’ experto en lavar dinero que estaba requerido por Países Bajos. Había construido un imperio bajo la apariencia de ricos plataneros, pero su producto estrella era la coca. Ni el extenso patrimonio con casi de 50 millones lavados en Guayaquil (Ecuador), Marbella y Dubai, los ha podido librar. Cayeron sobre ellos en medio de la noche. Y tras eso se ha ido deshilando la maraña para blanquear millones. Los agentes han llegado a relacionar hasta que un millón de euros en efectivo hallado en un coche también les pertenecía. Reputados empresarios, millonarios que no levantaban sospechas por su alto nivel de vida que, en realidad, eran una alianza narco, que se dio a conocer ayer con 32 detenidos y registros en Ecuador, Reino Unido y varias provincias de España en 62 registros domiciliarios en los tres países.
Blanqueo
Algunos han caído por blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico en empresas de ocio nocturno, centros comerciales o deportivos. No son los únicos esta semana. La Policía Nacional se desplegó el jueves en una operación en Algeciras (Cádiz) contra el blanqueo de capitales. Según fuentes consultadas se actuó para desmantelar una organización criminal que lleva años operando en la zona. En el dispositivo participaron más de 50 agentes. Fueron tres los registros domiciliarios y cuatro los detenidos.
Fuentes consultadas explicaron a ABC que era una operación en la que la Policía Nacional llevaba trabajando ya tiempo, pero que se había llevado a cabo esta semana pasada. Justo después de la muerte de los agentes de la Guardia Civil en la bocana del puerto de Barbate. Se registró una empresa de telefonía en una actuación concentrada en las barriadas de El Saladillo y San Bernabé. Entre los detenidos está a quien los in
vestigadores consideran el líder de la organización para lavar dinero del narco. La fuentes reseñaron que la investigación seguía abierta después del primer operativo. Se estaba a la espera de po
der llevar a cabo nuevas detenciones en esta investigación.
La sirenas sorprendieron esa mañana en Algeciras, pero la semana ya venía caliente. No sólo por lo ocurrido el viernes, sino porque los narcos no dejaban de operar. Tras amainar el temporal las lanchas siguieron con su rutina. Hasta hubo cámaras de televisión que las grabaron en directo soltando tripulación en tierra y regresando a alta mar. Mientras arreciaban las críticas por la falta de medios, la Guardia Civil reseñó que había dado un golpe a la logística de los pilotos en Trebujena (Cádiz).
Allí se detuvo una furgoneta cargada de material para los pilotos de las narcolanchas. Trajes completos impermeables y de abrigo, fundas de móvil herméticas, pantalones y camisetas térmicas, chaquetones térmicos, sacos grandes impermeables, camping-gas y numerosas bombonas de gas. Llevaban guantes, monos térmicos, botas térmicas, varias garrafas de aceite de Yamaha para motor marino, dos bidones impermeables y herméticos de 60 litros. Uno de ellos lleno de latas de conservas. El objetivo es cortarle cualquier tipo de suministro cuando están el mar para dificultar al máximo su operatividad. O interceptarlas cuando traten de alijar. Y eso fue lo que pasó en Sanlúcar un par de días después de los entierros de los agentes asesinados en Barbate, cuando una lancha cargada de costo trató de desembarcar, pero se encontró a las autoridades y se tuvo que desprender la carga para poder escapar.
Una operación conjunta realizada por la Guardia Civil, el grupo Greco de la Policía Nacional y funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera interceptaron a la nave, que tuvo que arrojar al agua parte de un alijo de hachís. Los ocupantes, al verse cercados, arrojaron 45 fardos al río, que una vez recuperados por las Fuerzas de Seguridad del Estado contabilizaron un peso de 1.500 kilos. Una aprehensión que evidenció la falta de medios para luchar contra los narcos. Ese día se usaron embarcaciones auxiliares de una patrullera, la Río Arlanza, que es del Grupo Marítimo del Estrecho en Algeciras, porque las seis con las que se cuenta en la base de Cádiz estaban averiadas.