Airbus recibe el pedido 300 del C295, el avión sevillano que usa uno de cada seis países
▸ Las ventas alzan el vuelo: desde 2017 se registran un tercio de los encargos y su cuota de mercado es del 80%
Las ventas del avión C295 alzan el vuelo. Airbus ha registrado el pedido número 300 de este ejemplar, que se ensambla en Sevilla y que concentra desde 2017 un tercio de sus encargos. En concreto, el pedido que les permite alcanzar la cifra redonda es de Kazajistán, pero el gigante aeronáutico ha pisado recientemente el acelerador de las ventas gracias al ‘megacontrato’ de 56 unidades de la India —el mayor de la historia de este avión— y las 16 unidades encargadas por el Ejército del Aire para patrullar y vigilar los mares.
Además, las perspectivas son buenas: India ha aprobado el techo de gasto para adquirir otra quincena de unidades. La novedad se encuentra en que parte de la producción de los aviones indios se dará en el citado país debido a un acuerdo que Airbus ha alcanzado con el partner Tata para crear desde cero toda la cadena del C295 en este mercado asiático. En estos momentos, esta aeronave tiene una cuota de mercado del 80% en su segmento y uno de cada seis países del mundo vuela este avión.
Su historia se remonta a hace más de 25 años: en 1999 se compraron las primeras nueve unidades, en 2012 se superó el hito de los 100 pedidos y en 2017 se alcanzaron los 200 encargos. Es uno de los pocos aviones que se pueden considerar 100% españoles: su diseño e ingeniería se llevan a cabo en Getafe, mientras que la planta de Airbus en Tablada realiza las tareas previas al montaje para que, posteriormente, se ensamble en San Pablo. En estas instalaciones se emplean gafas de realidad virtual para ayudar a los operarios y desde hace poco cuentan con ‘Amanda’, una asistente de voz que guía a los empleados en el proceso. En concreto, Airbus emplea a casi 4.000 personas de forma directa en la región, de las que unas mil están vinculadas al programa del C295.
Una de las características de este producto es su versatilidad. El avión se ha ido configurando a lo largo de su vida según las necesidades de las fuerzas armadas y puede convertirse en una Unidad de Cuidados Intensivos aérea, albergar 24 camillas médicas o emplearse en la lucha contra la guerra antisubmarina, entre otros.
Como misiones más destacadas del C295 se encuentran los once meses que colaboraron para mejorar la seguridad en Chad o el rescate de los cuatro niños perdidos en la selva de Colombia tras permanecer más de 40 días. La aeronave se transformó en una ambulancia aérea para auxiliar a los pequeños. Además, su porfolio de capacidades se ha ampliado recientemente: el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) opera un avión diseñado para misiones científicas. En concreto, está equipado para obtener datos geoespaciales de la atmósfera, la agricultora o las aguas continentales.
Más de 50 años
El C295 se ensambla en Sevilla desde el año 1997 cuando lo producía Construcciones Aeronáuticas (CASA), el fabricante de aviones español que se integró más tarde en Airbus.
Su vinculación con la capital hispalense es muy estrecha: la primera serie de estos aviones se denominó ‘Ciudad de Sevilla’. Pero su tradición de ensamblaje de aviones de transporte le viene de mucho atrás. En concreto, data de 1973, cuando empezó a montar el C212, que es el precursor del C235, que a su vez fue sustituido por el actual C295. Del primer modelo de esta familia se comercializaron casi 500 unidades, el hermano mediano vendió alrededor de 200, una cifra que ya ha superado el avión C295.