«Hay una búsqueda incesante por aportar en los nuevos diseños»
El artista será el encargado de trazar el tercer manto de salida de la Esperanza de Triana
El diseñador Javier Sánchez de los Reyes es uno de los referentes para numerosas cofradías porque, tras más de 25 años de trayectoria, ha conseguido llevar este arte a unas cotas comparables a épocas como las de Juan Manuel Rodríguez Ojeda o de Antonio del Canto. Entre los múltiples proyectos que tiene entre manos, destaca el futuro manto de la Esperanza de Triana o la túnica del Nazareno de La O.
—¿Tiene ya alguna idea en la mente para el tercer manto de la Esperanza de Triana?
—Ahora mismo, no tengo nada porque la noticia es muy reciente. Entonces, no me ha dado tiempo ni siquiera de darle a la imaginación. Teniendo en cuenta de que allí hay una comisión y hay una serie de personas que tienen mucho juicio artístico, yo creo que lo primero será escucharlos a ellos y empaparme de qué quieren exactamente con el manto o qué es lo que buscan exactamente con el manto que me imagino que es lo que me imagino que será. Algo muy razonable, por otra parte, es que sea un manto que no se parezca en lo posible en nada a lo que ya tienen, sino que sea una pieza dentro de las coordenadas de la cofradía y del paso de palio. Me imagino que eso será el condicionante o la premisa que me pondrán a partir de ahí. Luego, ya tendré que iniciar mi propio proceso porque estos trabajos conllevan un proceso de introspección en el que tú te metes un poquito hacia adentro contigo mismo y empiezas a desarrollar la imaginación porque no deja de ser un trabajo creativo, tiene que pensar, visualizar y una vez que ya vas teniendo claro algo, tienes que ir haciendo apuntes. Una vez que los mismos adquieran una cierta coherencia, se tendrá que pasar a un boceto.
—¿Considera que hay un nuevo renacimiento en el campo del diseño?
—Sí, y aunque no soy persona de darme autobombo, creo que en esta nueva generación he sido el pionero porque hubo un momento que no había nadie, quedaba todavía Antonio Dubé de Luque y aún estaba vivo Antonio Garduño. Esa generación ya estaba retrocediendo y la figura del diseñador se quedó totalmente al margen de la realidad cofrade. Cuando yo empecé, me costó mucho trabajo cambiar esa mentalidad. Las cofradías iban al taller y le encargaba los diseños al taller, al de bordado, al de orfebrería o al de talla. A las cofradías no les entraba en la cabeza encargar un diseño o por lo menos, estudiar la posibilidad de que un diseñador aparte de esos talleres o al margen de esos talleres, también diese una opción o una propuesta. Tampoco hay que despreciarlos sino que simplemente existan varias alternativas que yo creo que es lo que enriquece el patrimonio de la Semana Santa.
—¿Ha visto en el arte del diseño que se está alejando la sevillanización de otras Semanas Santas de Andalucía? —Yo empecé a trabajar también muy pronto para otras ciudades y desde un principio, tiré de la esencia de fotografías antiguas y de las formas de antiguas ciudades. Te pongo el caso de un paso de palio que diseñé para Granada en los años 2010 y 2011, en el que introduje claves identitarias de Granada, adaptada a la Semana Santa actual. Tiré de bordados granadinos antiguos para conformar un palio de tallas doradas granadinas. Quise quitar esa sevillanización que el paso de palio en aquel entonces tenía y creo que ha sido a través de varios artistas que hemos coincidido en el tiempo y que ha calado la idea de que cada ciudad intenta buscar su esencia. Es normal porque la Semana Santa tiene mucho identitario de cada ciudad, es una fiesta que no deja de tener un elemento de folklore en el buen sentido del término, de sentido de identidad, de código visual en el que tú te ves identificado. Me parece estupendo que las cofradía de cada localidad busquen su esencia.
—¿Cómo está viendo la actualidad de las hermandades? ¿Qué escucha en cuanto a los diseños en la cofradías? —Vamos hacia cosas más atrevidas y al mismo tiempo, nos seguimos mirando en el pasado. Hay dos tendencias: por una parte, el querer innovar y una incesante búsqueda. Lo que pasa es que dentro de unos ciertos parámetros. Por otra parte, también está la preocupación por recuperar enseres que desaparecieron. Te diría que ésta quizás es la que abunde más porque se quiere recuperar el patrimonio perdido. Además, hay una preocupación por una búsqueda incesante por aportar y no quedarse siempre en lo mismo. Cuando hay mucha actividad artística como es ahora, se busca innovar. Hay un proceso de búsqueda como en los años 20 con Rodríguez Ojeda.
—Por último, ¿hay algún proyecto en el que esté entusiasmado?
—Se presentó el diseño de reconstrucción de la túnica de Jesús Nazareno de la O y quizás sea ahora mismo el proyecto al que le tengo más ganas y cariño por verlo materializado ya que ha sido un esfuerzo, un trabajo intensísimo, no sólo por recuperar el dibujo, sino por recobrar el aspecto de la túnica, la cual era muy distinta a las que se hacen hoy en día. Tiene un corte más ajustado a la imagen. Antiguamente, las túnicas no tenían ningún tipo de forma. Entonces, le quedaban a las imágenes de una forma muy especial. Intentar recuperar el dibujo del bordado y el corte de ese tipo de túnica ha sido un trabajo muy complicado. También, está la nueva tumbilla de la Virgen de los Reyes. Estoy muy expectante y entusiasmado con el proyecto porque además se va a estrenar en una fecha tan clave como es la del Congreso de Religiosidad Popular. Por otro lado, está el manto de la Esperanza de Málaga, a la que espero ver el Jueves Santo y que es un proyecto inmenso para la corporación.
«Las hermandades de las ciudades andaluzas están buscando su esencia en los proyectos de pasos, palios u otros enseres»