Andalucía perderá recursos, está escrito
TRATOS Y CONTRATOS
ERC y Junts solo negociarán el presupuesto para exigir lo pactado: tumbar la solidaridad del sistema con privilegios para Cataluña
EL mandato de Sánchez encara una nueva etapa: aprobada la amnistía (que quiebra la igualdad ante la ley), ahora toca dinamitar la solidaridad entre españoles, agravando la infrafinanciación de comunidades como Andalucía, Murcia y Valencia. Tengamos en cuenta que la total impunidad para una década de corrupción en Cataluña era solo el preámbulo de los pactos firmados por el PSOE, el precio del ‘sí’ a la investidura; pero los acuerdos eran más amplios, y abundaban en el desarrollo de un sistema económico privilegiado para Cataluña (a costa del resto). Todo ello con la complicidad del socialismo andaluz, afanado en defender los 50.000 metros cuadrados de la Plaza de España de Sevilla, mientras se olvida de los 87.000 kilómetros cuadrados de Andalucía.
Está todo escrito. Vayamos al pacto de PSOE y ERC: «El Estado asume el compromiso de que la proporción de la inversión pública en Cataluña se ajuste a la proporción del PIB de la economía catalana en el conjunto del Estado». Nítido como el agua. El Gobierno se compromete a que el territorio más rico reciba inversiones en función de su propia riqueza. Y la cláusula acordada con Puigdemont es del mismo tenor. Junts afirma que propondrá que se facilite a la Generalitat «la cesión del 100% de todos los tributos que se pagan en Cataluña; y por su parte, el PSOE apostará por medidas que permitan la autonomía financiera y el acceso al mercado de Cataluña, y un diálogo ‘singular’ sobre el impacto del modelo de financiación». Sánchez está así obligado a avanzar hacia un concierto económico catalán que restringe la transferencia de recursos a otras comunidades. La combinación de ambos acuerdos deja una conclusión clara: el PSOE se compromete a propiciar que haya más inversiones del Estado a Cataluña (como exige ERC), y menos recursos de Cataluña hacia el Estado (como exige Junts).
Tal hipoteca ya está suscrita, y ni ERC ni Junts tienen prisa, por eso tras la aprobación de la amnistía han despreciado la negociación de unos presupuestos ‘exprés’ para este año. Esperarán a resituarse en el mapa tras las elecciones en Cataluña, País Vasco y europeas, y con fuerzas renovadas llegará el momento de pasar el resto de las facturas por los tres años de legislatura. Si Sánchez resiste a una debacle en las europeas y a las futuras revelaciones del ‘caso Koldo’, el triste destino del menguado PSOE andaluz será defender a bombo y platillo estos acuerdos que difuminan el rastro de sus gloriosos años de andalucismo. Y ahí no terminará la deuda, ya que los pactos hablan de forma perifrástica de soluciones políticas al conflicto, que ERC ya traduce como un referéndum. Rota la igualdad y la solidaridad, ya solo quedará acabar con la unidad.