California, nuestro ‘gemelo climatológico’ que ya se enfrentó con éxito a la sequía
▸ El catedrático Rafael Mujeriego esboza cómo es el nuevo clima mediterráneo
Rafael Mujeriego, catedrático de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña, fue el encargado de explicar, en su ponencia «El cambio climático mediterráneo: regulación y regeneración del agua», cuáles son los retos hídricos y qué zona del mundo podemos tomar como referencia para adelantarnos a una futura sequía.
Para explicar cómo es el nuevo clima mediterráneo, Mujeriego esbozó ciertas claves: se trata de un escenario con mayor irregularidad pluviométrica, mayor incertidumbre energética y un renovado binomio entre el agua y la energía.
En cuanto al consumo, también ha cambiado, con un uso más concentrado en zonas urbanas, notables variaciones estacionales provocadas por el turismo, que reúne hasta 84 millones de habitantes en España en temporada alta y, además, una agricultura abastecedora de alimentos que requiere agua sin falta y una industria necesitada de un suministro fiable. En este escenario, Mujeriego ha presentado a California como nuestro «gemelo climatológico», que tanto España como Andalucía pueden tomar de referencia al compartir patrones meteorológicos.
Con una irregularidad pluviométrica aún más acusada que la de España y que arrancó antes, sobre el año 2000, una capacidad de regulación de 50.000 hectómetros cúbicos y 3,8 millones de hectáreas de regadío, los californianos han sabido adaptarse a las sequías prolongadas.
En concreto, la tierra californiana vivió una gran sequía entre 2012 y 2016, que llevó a que muchos agricultores tuvieran que arrancar centenares de hectáreas de cultivos que eran productivos.
Tal y como explicó Rafael Mujeriego, esto acabó de raíz en 2023, cuando dos meses de intensas lluvias y ne
vadas sirvieron para llegar todos los acuíferos de la zona. Uno de los acuíferos llega a tener 345 hectómetros cúbicos, se extraen de él unos 16 hectómetros cúbicos al año y abastece unas 210.000 viviendas.
Además, en California han construido embalses de derivación, es decir, donde no hay ríos, pero que se llenan con el agua bombeada de los acuíferos, que se alimentan de las lluvias. El embalse del Valle del Sacramento, por ejemplo, logrará un incremento del 15% de la capacidad de regulación del norte del Estado, y empezará a construirse en 2026. No es el único: el embalse de derivación de ‘Diamond Valley Lake’, en funcionamiento desde el año 2000, tiene 1.000 hectómetros cúbicos y costó 2.000 millones de dólares.
Las soluciones
«Aunque no son soluciones únicas, podemos aprender mucho de lo que se ha hecho en California». Su experiencia nos dice que debemos adaptarnos a una mayor incertidumbre pluviométrica», resumió Mujeriego.
Mejorar las técnicas de gestión integrada, preservar las fuentes de agua, evitando que la salinidad las deteriore, aumentar la regulación, con embalses y otros recursos, forman parte del elenco de medidas que hay que tener en cuenta de cara al futuro más próximo tanto en Andalucía como en España.
Además, el catedrático hizo hincapié en que es necesario recurrir a nuevas fuentes de agua, como la desalinización. «Son soluciones tecnificadas y costosas para lograr más recursos hídricos, pero son inevitables», reconocía Mujeriego, que afirmaba que esto dará paso a un nuevo sector profesional, el de los regenadores y la purificación de agua.
La mayor irregularidad pluviométrica es una de las señas de identidad del nuevo ‘clima’ al que hay que adaptarse