La escultura emocional
Siempre se ha catalogado a Serra como minimalista, pero yo creo que era como un iceberg, sólo enseñaba una parte y escondía una profundidad insondable en su obra. Superó el concepto ‘minimal’ para llegar a crear algo que nos ha marcado a todos.
La primera vez que vi una obra suya fue en Nueva York. Acababan de volcarla y había roto una columna y se habían hundido dos pisos. Me impresionó mucho porque para mí fue la evidencia de que la escultura es un mundo físico y real, que él supo transformar en poesía pura. También estuve en su taller cerca de Wall Street, cuando compartimos un proyecto en el aeropuerto de Toronto. Estaba lleno de mesas con ruedas, sobre las que estaban todos sus proyectos, aquellas maquetas de planchas gruesas de plomo, metal que le permitía dar la curvatura exacta que luego trasladaba en una factoría alemana al acero corten.
Todos tenemos la experiencia única de caminar dentro de alguna de sus esculturas, entre dos láminas curvadas de ese acero corten, y hay un momento en el que dejas de ver los extremos, la entrada y la salida, es una experiencia física inquietante. No sé si podría ser por su familia mallorquina pero a mí esta experiencia siempre me ha recordado la herrumbre de los barcos y el mar. Hoy su muerte coincide con el espectacular accidente de Baltimore, donde un barco ha derrumbado un puente de acero y de algún modo me parece una sincronía que habla del fin de una época.
Sus esculturas también evocan la idea del laberinto, pero con una impresionante pureza, porque lo hace con el simple trazo de una curva en el espacio. Sólo Serra era capaz de esto. Cuando estás en el interior de una de sus obras y no ves dónde comienza ni dónde acaba estás, de hecho, en ese laberinto.
Hay algo más físico de su trabajo que siempre me ha impresionado. Sus obras tienen un peso mucho mayor del volumen que representan porque él comprimía el acero. Aporta una sensación humanística muy grande. Es como si acrecentase la densidad, que yo creo que es una aportación única, casi como si hablaras de un alma, no de un cuerpo. Por eso traspasó de largo todos los conceptos seriados del ‘minimal’, meramente gramaticales. Su obra es esencialmente emocional.
ANÁLISIS