«No hay lluvia que pueda con Sevilla y su turismo»
El sector hotelero y el formado por las viviendas y apartamentos turísticos celebran la respuesta de los visitantes con una previsión de «muy pocas cancelaciones» en la recta final de la Semana Santa
La lluvia en la recta final de la Semana Santa, con especial predominio estos días, no parece que vaya afectar en demasía a los hoteles y viviendas turísticas en Sevilla, según algunos datos consultados y manifestaciones de distintos responsables del sector, satisfechos con el gran número de visitas en uno de los periodos claves de la primavera sevillana.
El presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia, Manuel Cornax, habló de la peculiaridad de la Semana Santa, y la predisposición de los turistas de viajar hasta la capital de Andalucía a pesar de la lluvia: «Es un periodo excepcional. La población viaja, en cualquier caso, y lo puede hacer para esquiar, para ir a la playa, o para ir al interior, es lo que estaríamos nosotros, Sevilla, con las peculiaridades de nuestra Semana Santa como gran concepto. Nosotros, en cuanto a datos, estamos un poco mejor que el año pasado. Es posible que pueda haber un pequeño bajón en los últimos días, pero, yo, sinceramente, no espero que sea destacable. No hay lluvia que pueda con Sevilla y su turismo».
También algunos de los responsables de varios hoteles sevillanos, caso de Alejandro Rodríguez, director del Hotel Bécquer y el Hotel Kivir, se expresaron de forma parecida, gratamente sorprendidos con la buena respuesta del turismo: «No es habitual lo que está ocurriendo este año. En otras ocasiones, también en Semana Santa, al llegar la lluvia, hemos recibido muchas cancelaciones, además de perderse las reservas de última hora. Este año, por ahora, no está ocurriendo lo mismo. No estamos teniendo cancelaciones, e incluso, estamos recibiendo algunas reservas de última hora. La lluvia no puede con Sevilla en este sentido. Al menos, por los registros que nosotros manejamos. Las ganas de consumo y el mal tiempo en toda España, puede estar animando a que esto sea así», subrayó, un análisis parecido al del director del Hotel Doña María, Manolo Domínguez. «Por ahora no tenemos cancelaciones», indicó, explicando, como el resto de los responsables de los hoteles consultados, que existen unas penalizaciones por las anulaciones de reservas, dependiendo en cada caso de la política de la empresa.
Reservas de última hora
En las viviendas turísticas el panorama es muy similar. El vicepresidente de la Asociación de profesionales de viviendas y apartamentos turísticos de Andalucía, Nacho Chaves, puso de ejemplo lo que le acababa de ocurrir con una cancelación y una posterior reserva: «Por la mañana me habían cancelado la reserva; y apenas unas horas después, ya estaba de nuevo reservado. Debemos pensar en algunas cuestiones. La primera, es que el turista extranjero no suele cancelar. Tiene todo preparado. Los billetes de avión, etcétera, y no le da miedo la lluvia. En cuanto al turismo nacional, hay de todo tipo. A pesar de la climatología, y por los datos que manejamos en estos momentos, somos optimistas. Es evidente que la climatología no va a ser la mejor en los últimos días de la Semana Santa, todo lo contrario, pero no creo que tenga mucha incidencia en la ocupación».
El sector hostelero, la otra pata del sector turístico en el Centro de Sevilla, está viviendo la Semana Santa con la lógica inquietud, tal y como explica el presidente de la Asociación de Hostelería de Sevilla y vicepresidente de la federación andaluza de hostelería, Alfonso Maceda: «Si no salen las procesiones, nos afectará seguro». Por ahora, sin embargo, la experiencia no está siendo tan negativa, al menos, en algunos de los bares y restaurantes consultados.
Es el caso de el mítico El Rinconcillo: «Cuando la gente se tiene que refugiar, pues no sale del bar. Las comidas se alargan más», dijo uno de los dueños, Carlos de Rueda. En La Barra de Inchausti, con Isidro como responsable junto a sus hermanos Conchi y Jorge, tampoco han tenido cancelaciones: «Es raro que alguien que ha hecho una reserva, de repente, diga que no viene. Otra cosa es el goteo constante de turistas y personas de aquí».
Los principales perjudicados por la actual climatología en estas fechas de Semana Santa son los quioscos y los vendedores ambulantes, incapaces de protegerse y llegar a un público mayor. En el caso de los quioscos, el dueño del establecimiento que está a pocos metros del Hotel Inglaterra, en Plaza Nueva, Carlos Mozo, reconoció que la lluvia es el mayor fastidio que puede haber para la venta: «Menos mal que mi negocio no depende de la Semana Santa. Mi quiosco tiene una actividad diaria durante todo el año. En esta Semana Santa sabemos que no vamos a ganar dinero. Ya está. El problema sería que me lo jugara todo en estos días. Con la lluvia, la gente no viene, no se para. Evidentemente, no es lo mismo que un día de primavera soleado. En una Semana Santa buena podrías ganar, aproximadamente, lo mismo que en un mes. Esperemos que en la próxima no llueva, que a nosotros sí que nos hace daño».