«Las elecciones se hacen por sufragio o no se hacen; Castro no debe enrocarse»
Cuando queda más de un año para la posible fecha de las elecciones para elegir al futuro rector de la Universidad de Sevilla y aún no se han reformado los estatutos para que la institución académica sevillana deje de ser la única pública de España que no elige a su máximo responsable por sufragio universal ponderado, el catedrático de Geografía Física y Análisis Regional Manuel Marchena (Brenes, 1959) ha anunciado su candidatura a dirigir la Hispalense.
El que fuera hombre fuerte del socialista Alfredo Sánchez Monteserín en el Ayuntamiento de Sevilla da un paso al frente en un momento de cambio de los estatutos universitarios que, según dice, se tendrán que resolver «de forma inteligente» ya que, a su juicio, no cabe otra. «O se celebran las elecciones por sufragio o no se celebran», advierte. Y es que el aspirante, que ha informado a Miguel Ángel Castro de su candidatura, insiste en que el modelo de elección del máximo responsable de la universidad por el claustro que implantó Miguel Florencio «está agotado», por lo que ve imposible que el futuro rector «tenga el dedo del anterior» y sea de su equipo. «No creo que Castro quiera dejar una herencia conflictiva y chocante», recalca el aspirante que además quiere dar un cambio radical al actual modelo de gestión.
«La Universidad de Sevilla no puede permitirse con su tradición, su historia y su tamaño quedarse atrás», afirma. En este sentido habla de que está «ralentizada» y de que la capacidad investigadora de los 4.300 profesores que hay «no puede estar burocratizada» ya que eso algo que «desincentiva». Para ello reclama que se inserte en la ciudad «más allá del foso de la calle San Fernando».
En cuanto a la docencia, Marchena también cree que hay que cambiarla radicalmente porque es «un aburrimiento». ¿Por qué no van a clase muchos alumnos en la pública? A juicio del aspirante a rector existe un «bucle perverso» que se ha amplificado después de la pandemia porque se ha entendido que la docencia «tiene que ser un power point». Y eso provoca que no haya relación entre profesor y alumnos más allá de la nota. Y a eso se une que al profesor no se le incentiva. «Los profesores aburrimos a los alumnos, pero tiene que haber más alumnos y profesores que turistas en la universidad», afirma.
Además echa en falta más incentivos para la investigación para que los mejores sean los que se queden y no se marchen fuera. Para ello, calcula que haría falta un 30 por ciento más de apoyo presupuestario en dos años. «Es imposible mover esto si no hay un cambio de mentalidad», explica. En cuanto a la movilidad internacional cree que no hay que buscar la comodidad, la cercanía o la lengua sino las relaciones «con universidades de referencia». Marchena está reuniéndose con estudiantes, profesores y personal de administración y servicios antes de presentar de forma oficial su candidatura a rector. La cuenta atrás ha comenzado. Ahora falta que otros aspirantes de los que se habla hace meses den el paso de presentarse.
«Los profesores aburrimos. Tiene que haber más alumnos que turistas en la Universidad»