Italia sigue el ejemplo de sus vecinos del norte y prepara su Ejército para la guerra
▸ El jefe del Estado Mayor italiano ha advertido del peligro que amenaza a Europa
El ministro de Defensa, Guido Crosetto, ha descartado por el momento reintroducir el servicio militar obligatorio
«El enfrentamiento con Rusia, según la OTAN, durará una década, aunque la guerra en Ucrania terminará antes. Hacen falta más medios. No dejaré de pedir más soldados». Con estas palabras dio la voz de alarma el almirante Giuseppe Cavo Dragone, jefe del Estado Mayor de la Defensa de Italia, ante las comisiones de Exteriores y de Defensa del Congreso y Senado. Con su intervención, se ha hecho eco del creciente debate en Italia sobre el fortalecimiento de las fuerzas armadas, para llevar los gastos de defensa al 2% del Producto Interior Bruto, como pide la OTAN (sólo 11 de los 31 miembros de la Alianza llegaron el año pasado al 2%, e Italia alcanzó el 1,46% del PIB).
A punto de transferirse a Bruselas para ocuparse de la Defensa europea, Cavo Dragone ha esbozado en el Parlamento italiano un futuro oscuro de guerra a la puerta de casa, con zonas de conflicto, un Mediterráneo ampliado y un Oriente Próximo en ebullición.
Hoy, ningún país europeo puede considerarse lejos de la guerra de Ucrania. En el escenario descrito por el almirante, una amplia zona de inestabilidad amenaza a Europa, si se suma la crisis del estrecho de Adén y la evolución del escenario geopolítico desde Sudán al Sahel y hasta África Occidental. Puede influir en los flujos comerciales, en los movimientos migratorios y los suministros energéticos.
Una oportunidad
«Esta complejidad geopolítica y la extensión de las amenazas a la seguridad internacional –dijo Cavo Dragone– están en el origen del despliegue de las fuerzas armadas italianas en el extranjero, en una dimensión operativa sin precedentes desde la posguerra: desde los países bálticos a lo largo de todo el Flanco Oriental de la OTAN, desde Oriente Próximo hasta el Cuerno de África, desde el mar Rojo hasta el golfo de Guinea, pasando por el Sahel».
Como telón de fondo está la retirada o menor compromiso de los estadounidenses, evocado por el expresidente Donald Trump. En consecuencia, «hay que tratar una crisis en una oportunidad», según el almirante, que reclamó un «directorio industrial» con el fin de aunar las inversiones de los Estados en el rearme de Europa,
Era otro mundo cuando Italia decidió por ley en 2012 reducir los soldados del Ejército: se pretendía pasar de 190.000 a 150.000. Como consecuencia de la invasión de Ucrania, se decidió por decreto que el nuevo número de efectivos llegara a 160.000, lo que no satisfizo al almirante: «La cifra de 150.000 era impracticable, mientras que los 160.000 aprobados ahora son todavía poco», afirmó. «Necesitamos al menos 10.000 hombres. Pero, incluso con este esfuerzo, llegando a 170.000 hombres y mujeres soldados, estaríamos al límite de la supervivencia». Así, puso un ejemplo: «Deberíamos organizarnos en tres turnos: uno de misión, otro de entrenamiento para hacerse cargo del relevo y el otro de descanso. También para evitar el divorcio».
Por su parte, el ministro de Defensa, Guido Crosetto, descartó reintroducir el servicio militar obligatorio: «Vivimos tiempos difíciles en los que se necesitan muchos profesionales capacitados, no ciudadanos que cumplan un año de servicio militar».
El experto militar Andrea Margelletti, presidente del Centro de Estudios Internacionales y consejero del Ministerio de Defensa desde marzo de 2102, considera que Italia debe prepararse para la guerra, reforzándose como han hecho Alemania y Francia, porque un enfrentamiento militar en Europa «es altamente probable, dado que Rusia no sólo continúa avanzando en Ucrania, sino que acelera hacia la conquista total del país. Está claro que no hay voluntad de negociar, por lo que, si el frente ucraniano retrocede excesivamente, no habrá alternativas: una serie de países europeos saldrán al campo al lado de Kiev. Estamos hablando de unos 90.000 hombres principalmente franceses, alemanes, polacos y de los países bálticos», afirmó al diario ‘Milano Finanza’. Para Italia, la decisión de participar en esta coalición será «eminentemente política [...] Pero, si esta situación se produjera, y no es nada remota, no podemos dejar de estar preparados». «La industria de defensa necesita producir municiones a un ritmo infinitamente más rápido», concluyó.
Según ‘Il Foglio’, en un documento inédito la Alianza Atlántica ha calculado «el potencial de los países europeos en caso de que se amplíe el conflicto: podría contar con 2.646.490 efectivos (sumando 1.368.510 militares en servicio activo, más 1.277.980 reservistas que deben ser formados para ser activados en caso de necesidad). Por su parte, la fuerza militar de Rusia se compone de 1.154.000 militares activos, aproximadamente, y 2 millones de reservistas ya involucrados, además de 554.000 paramilitares».