Un centro europeo en Sevilla advierte de la indefensión de las niñas ante las redes sociales
▸ Un informe destaca que su vulnerabilidad es mayor que la de ellos, especialmente en la franja de 11 a 13 años
El Centro Común de Investigación de Sevilla ( Joint Research Centre), el servicio científico de la Comisión Europea que proporciona información técnica y datos para el diseño de las políticas de la UE, ha publicado un estudio sobre el impacto de las redes sociales en los adolescentes que destaca la mayor vulnerabilidad de las niñas a la influencia de las redes sociales. Sus autores, los investigadores italianos Arianna Sala y Lorenzo Porcaro, y la sevillana Emilia Gómez, destacan también que «existen evidencias de que el acceso a contenidos relativos a ideas suicidas pueden conducir a la normalización, desensibilización y su contagio social».
—¿Qué conclusiones les parecen más relevantes acerca de la relación de los jóvenes con las redes sociales?
—El uso de las redes sociales conlleva riesgos y oportunidades para la salud mental de los adolescentes; el impacto depende de las características personales, el tipo de uso y el diseño de la plataforma; la adopción de principios de diseño responsable por parte de las plataformas podría mejorar la mitigación de riesgos; y la falta de acceso a los datos y de transparencia de las redes sociales dificulta la investigación sobre el impacto de las mismas. Se espera que los marcos regulatorios faciliten el acceso a los datos para los investigadores.
—¿Han constatado síntomas de adicción en niños de 10 años?
—En nuestro trabajo, hemos constatado que algunos estudios (Keles et al, y Sarmiento et al, 2020) que investigan la relación entre el uso de redes sociales y salud mental, mostraron que los adolescentes más jóvenes (10 a 15 años), especialmente los «usuarios más activos», son más vulnerables a desarrollar síntomas depresivos y ansiedad. Esto se atribuye a que las habilidades para la regulación social y del estado de ánimo es más limitada en las personas más jóvenes y los cambios sociales, psicológicos y biológicos son más acusados en
Aunque el informe no alude en concreto a ninguna plataforma digital, a los investigadores italianos y españoles que han trabajado en él les ha parecido muy relevante «las diferencias entre niñas y niños. Las niñas suelen dedicar más tiempo a las redes sociales, están bajo mayor presión frente a estándares de belleza con el impacto en la imagen corporal y autoestima, con contenidos relacionado con los desórdenes alimentarios que se comparte en las redes sociales». la adolescencia temprana.
—Aparte de los síntomas de ansiedad y depresión, ¿se puede sugerir una asociación, aunque sea indirecta, entre esta adicción e intentos de suicidio entre jóvenes?
—Nuestro trabajo muestra que analizar la influencia de las redes sociales y su relación con el suicidio es particularmente complejo, especialmente por las asociaciones indirectas y complicadas entre ambos. Hay evidencias de que utilizar las redes sociales para acceder y publicar contenido relativo a ideas suicidas puede conducir a su normalización, desensibilización y al contagio social.
—¿En qué franjas de edad resultan más frecuentes y preocupantes estos efectos sobre la salud mental?
—En nuestra investigación, hemos observado que recientes estudios de Orben muestran las denominadas «ventanas evolutivas de sensibilidad al uso de las redes sociales», durante las cuales un uso elevado de redes sociales predice una diminución en la satisfacción vital un año más tarde. Estas ventanas acontecen a diferentes edades para chicas (11-13 y 19 años) y chicos (14-15 y 19).
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—¿Son esas franjas de población más vulnerables sobre las que el informe recomienda medidas especiales de regulación o protección?
—Lo que observamos es que, en general, los adolescentes más jóvenes (10-15 años) y especialmente los que usan las redes sociales intensivamente (más de 2 horas al día) son más vulnerables a presentar síntomas depresivos y ansiedad, y a experimentar un aumento de estrés. Los efectos negativos además parecen ser mayores para las chi
cas que para los chicos.
—¿Cuáles son las medidas más importantes?
—Podemos identificar dos tipos de medidas: repensar el diseño de las plataformas y realizar intervenciones educativas que tengan un impacto en los usuarios. Las redes sociales están diseñadas para persuadir a los usuarios a pasar el mayor tiempo posible en ellas. Para ello, utilizan las que se denominan «estrategias de diseño persuasivo» que recurren a principios de la psicología conductual para reforzar positivamente su uso. Por ejemplo, el «like» que podemos recibir en nuestros posts es una forma de cuantificar nuestra aceptación social, de sentirnos apoyados y apreciados, algo particularmente importante en la adolescencia. Además, existe un creciente consenso entre los investigadores sobre la importancia de que las plataformas adopten un diseño ético, que considere los intereses de los usuarios, en especial de los más vulnerables como niños y adolescentes. Esto introduciría un cambio sistémico, que es más difícil de lograr si dejamos que los individuos sean los únicos a cargo del uso responsable de las redes. Creemos que es importante seguir implementando intervenciones educativas para fortalecer las competencias digitales y socioemocionales de los y las adolescentes. Por ejemplo, ofreciendo estrategias contra el cyberbullying, que tiene efectos muy negativos sobre el bienestar de los adolescentes.