Pilatus, un aterrizaje en cinco claves

TRATOS Y CONTRATOS

Andalucía se ha impuesto a otras comunidades en la puja por atraer al fabricante de aviones suizo

LOS astros se han alineado para que Pilatus Aircraft –un fabricante suizo de aviones ejecutivos con unos ingresos de 1.500 millones de euros– decida situar en Sevilla una factoría para pilotar su crecimiento futuro en la Unión Europea. Un anuncio así no se produce todos los días, y este caso se explica, como mínimo, en cinco claves.

1) La primera está en el Ministerio de Defensa, que se ha convertido en uno de los clientes más importantes de esta compañía helvética, con la adquisición de cuarenta aeronaves de entrenamiento que conllevan un desembolso superior a los 400 millones de euros. Una inversión pública tan relevante y una relación tan estrecha con el Ejército del Aire exige a Pilatus cercanía al cliente y generar contrapartidas industriales en el territorio. España, por lo tanto, estaba ya en el foco. 2) El aterrizaje en nuestro país tenía una ventaja añadida: Pilatus –que entrega en total 150 aeronaves cada año– está en pleno proceso de expansión y buscaba un enclave para elevar su capacidad fabril fuera de Suiza. La ‘operación ibérica’ no solo le acerca a su mejor cliente, sino que le sirve como nueva plataforma industrial para abordar otros mercados en la UE. 3) ¿Cuál es la ubicación ideal para esta inversión? Andalucía, Madrid y País Vasco son los tres polos aeronáuticos por excelencia, aunque solo en nuestra comunidad se realizan aviones completos gracias a la actividad de Airbus... Parecía el entorno adecuado, pero pese a ello había que pelearlo. 4) Al menos otras dos comunidades han estado seriamente en la puja por ‘cazar’ a Pilatus, pero la Agencia Trade de la Junta ha hecho bien su trabajo documentando la fortaleza de Andalucía en la formación de profesionales cualificados, así como en la estabilidad social e institucional de la región. En este proceso ha identificado más de 30 potenciales localizaciones concretas para Pilatus, que finalmente se ha decantado por el Parque Logístico de Carmona, próximo a Aerópolis y al Aeropuerto de San Pablo. 5) Si nada se frustra, Pilatus desarrollará una inversión próxima a los 100 millones y creará 500 empleos en Sevilla en diversas fases para levantar una fábrica de componentes para sus aeronaves, que en el futuro podría evolucionar para desarrollar aviones completos.

¿Qué aporta este nuevo actor al tejido local? Las empresas aeronáuticas andaluzas tienen una alta dependencia de Airbus, la llegada de otro operador capaz de diversificar el sector es una noticia inmejorable. Todas las regiones compiten legítimamente por atraer inversiones que tengan un claro componente industrial y tecnológico, y en esa pugna Andalucía se ha cobrado una pieza de caza mayor. Ahora lo esencial es que el proyecto se desarrolle adecuadamente en tiempo y forma para que se cierre el círculo y sirva como caso de éxito para atraer nuevos proyectos en el futuro.