«En el parón no quiero saber nada de música. Vamos a vivir»
▸ El dúo celebra hoy y mañana dos conciertos en Sevilla en el marco de su adiós y anuncia otro
Los últimos acordes de Andy y Lucas en Sevilla no sonarán este martes y miércoles, 30 de abril y 1 de mayo, sino a final de año. El 8 de diciembre volverán a abrir las puertas del Cartuja Center para ofrecer el tercero de sus conciertos de despedida que, finalmente, va a alargarse mucho más allá de las cuatro citas inicialmente previstas cuando anunciaron una obligada retirada por los problemas de salud de Lucas. Una cardiopatía del intérprete, incompatible con el estrés que supone gestionar por completo una carrera artística, les obligó a parar. Andrés Morales lo tiene claro. Lo hace por su compañero –de vida y profesional– durante más de dos décadas. «Yo lo dejo por la salud de Lucas. Me voy a quitar el gusanillo de cantar con el Carnaval. Si dejo la música me muero. En pandemia tuve una depresión porque no puedo estar sin cantar», asegura.
Hoy y mañana se presentan ante los sevillanos trece años después de su último concierto en esta tierra vecina. Ha llovido, pero no podía faltar la capital andaluza en su primera lista de ciudades que verían a los cantantes del ‘Son de amores’ en sus últimas actuaciones. Finalmente serán tres citas y ellos estarán casi un año diciendo adiós (la gira terminará en marzo de 2025 después de pasar por varias ciudades europeas). Un ritmo pausado, menos concentrado, con largos periodos de descanso en los que los artistas compaginarán la carretera con la familia. «Con vivir», insiste Lucas.
«Una cosa es el cantar y otra llevarlo todo. Al revés, los conciertos son lo que nos gusta, lo que menos preocupa. Lo que me provoca estrés es llevarlo todo para delante. Me cuesta delegar y eso durante tantos años me ha llevado a esto. Cuando nos hemos dado cuenta me había dado ya el aviso. Hasta no hace mucho teníamos un equipo para esta gira y petó de la noche a la mañana. Yo es que soy muy intenso, puedo llamarte a las 10 de la noche», confiesa el cantante.
La decisión de parar llegó después de dos conciertos en Mérida. Uno, de ellos, el siguiente de su paisana Niña Pastori. «No voy a decir que nuestro trabajo sea lo peor. Llevábamos un tiempo en el que nos acompañaba el éxito pero estaba todo mal organizado, lo sacábamos porque éramos Andy y Lucas. Veníamos de una producción que no estaba como nos gustaba, sin seguridad, en algunas ocasiones no había ni camerinos...», relata Lucas, a lo que responde inmediatamente Andy: «Yo me he bajado del escenario llorando por culpa de terceros». «Son cosas que te van quemando. Al día siguiente vimos a Niña Pastori y vi lo que llevaba María y lo que llevamos nosotros y pensamos: ‘Es que esto no puede ser, tenemos que hacer un parón. Una última gira, me recupero y ya vemos lo que hacemos’», remata su colega.
—¿Van a volver?
—«Primero hay que organizar tantas cosas... Lo primero son nuestros hijos, nuestra casa y después ver cómo está el mercado. Parece que hay dos frentes, de nuestra generación para adelante y la de detrás, que parece que no saben meter una guitarra eléctrica y una batería en una canción. Mi sobrino no ha llorado nunca con una canción. Eso se ha perdido. Es más, el último grupo de tirar peluches y carpeta en mano fuimos nosotros. Ahora cada mes y medio hay uno nuevo», argumenta Lucas sobre la petición de sus miles de fans de que esta retirada no sea definitiva. «Yo voy a montar un negocio que no tiene nada que ver con la música», responde Andy, que se asirá a su comparsa –en 2024 ha presentado ‘Los amuletos’– para matar el mono de escenario. «He allanado el terreno en mi casa. En el parón no quiero saber nada de música. Vamos a vivir, quiero ir al campo a coger caracoles. No quiero estar con el teléfono 24 horas, es algo que todos nos lo deberíamos hacer mirar», vuelve a insistir Lucas.
Aunque queden aún muchos meses para el hasta luego y ellos prefieren vivir el momento y llenarse del cariño de la gente que dicen le ha «sobrepasado», cada concierto trae al presente todo lo vivido en estos 21 años, desde aquel ‘Andy y Lucas’ producido por Alejo Stivel en el que ‘Tanto la quería’, ‘Y en tu ventana’ y sobre todo el ‘Son de amores’ se convirtieron en himnos para los jóvenes de los primeros 2.000.
—Dijeron en la rueda de prensa de presentación de la gira que querían volver a la esencia de Andy y Lucas, ¿cuál es?
—«Para mí, todos en Andalucía sabemos cómo se canta en Carnaval. Somos dos voces, un tenor y un octavilla. Nuestra esencia es esa y el cantar sencillamente con una guitarra», subraya Andy, mientras que Lucas hace referencia a su último trabajo ‘Nuestros últimos acordes’. «Ahí hay una canción que resume nuestra esencia. Algo sencillo con dejes flamencos».
«No queda bonito que digamos nosotros lo que hemos aportado, pero ahí están los números. Los seguidores de Andy y Lucas son fieles. Camela, Javi Arrebato, Antoñito Molina, Kiko y Shara, Rebujitos... Somos grupos que no sabemos cuál fue la varita mágica, pero ha funcionado, no sé si son las melodías», reflexiona Lucas quien, como su compañero, no cree que les haya faltado colaborar con algún otro artista. «Quien no quiera estar en un disco de nosotros está muy perdido», empieza Andy. «Admiramos a muchísimos artistas, pero por obligación, no. En esta ocasión deberían ser los compañeros los que deberían apuntarse», continúa el otro cantante.
También ha habido hiel en este tiempo. Discos que no funcionaron, ruptura con Sony que les llevó en 2018 a formar su propio sello musical, A&L, la crisis personal y laboral por la pandemia y algunas polémicas por sus declaraciones. «Ha habido muchos momentos malos, pero ha habido muchos más mejores. Para mí el peor fue el día que falleció mi padre, al día siguiente tuve que cantar», cuenta Lucas. «A la vista está que estamos solos, tenemos ofertas pero no nos interesan. La marca funciona, no sola, pero funciona», apostilla Andy.
Problemas «Me he bajado del escenario llorando por culpa de terceros. Lo sacábamos porque somos Andy y Lucas»