Rubiales, al juzgado una vez al mes
▸El expresidente de la RFEF niega de nuevo haber pagado comisiones a Piqué y asegura que desconocía los cobros de la empresa de su amigo Nene a Gruconsa
El máximo mandatario del fútbol español durante el último lustro, Luis Rubiales, acudió ayer a declarar ante la juez de instrucción que investiga su gestión al frente de la Federación y lo hizo tan seguro de que el suyo fue un trabajo «al máximo nivel de excelencia», que a ratos la comparecencia parecía más un balance que la defensa de quien tiene encima una causa de corrupción: se arrogó haber salvado el fútbol español, que «se moría» en la pandemia y haber sembrado la consecución de organizar el Mundial 2030 vendiendo la Supercopa a los saudíes. Y eso que, según dijo, no fue iniciativa suya, sino de Piqué.
Fueron cuatro horas de interrogatorio en tres tandas con recesos durante las que preguntaron la juez, Delia Rodrigo; el fiscal de Anticorrupción José Miguel Alonso Carbajo, y la defensa de Rubiales, que ha cambiado (de nuevo) de equipo legal. La conclusión: que tendrá que acudir cada mes a la sede judicial más cercana a su domicilio para acreditar que no se ha dado a la fuga, pero conservará su pasaporte y podrá salir del país, siempre y cuando avise antes a la juez.
Según informaron a ABC en fuentes presentes en la declaración, Rubiales expuso que fue Kosmos, la empresa de Gerard Piqué, la que se acercó a la Federación porque la sociedad pública saudí Sela «quería poner dinero en el fútbol». «Me llamó Gerard y me dijo, ‘hay esta posibilidad, vamos a verla», señaló, para al poco subrayar que «no hubo contubernio» con el entonces capitán del F. C. Barcelona, porque la cláusula por la que se llevaría tres millones de euros por edición la impuso Kosmos a los saudíes y eran ellos quienes la pagaban, no la Federación.
Ya iba a ser así desde el primer acercamiento, en 2019, cuando el acuerdo saltó por los aires con una quiebra de la confidencialidad, y lo seguiría siendo cuando después, Kosmos hizo por reestablecer los contactos. Rubiales se jactó ayer de que esa primera ruptura hizo que luego la Federación sacase «diez millones más» y que esa cláusula para Piqué no les perjudicaba. Sobre por qué se mantuvo oculto quién era el agente intermediario, sólo dijo que al principio Kosmos aparecía en el contrato y luego no, tal vez por «un cambio de opinión» del príncipe saudí lo revisó.
En todo caso, aseguró que no hubo más pagos ni comisiones o retribuciones en especie que las que figuraban en los acuerdos y sus adendas y reiteró a lo largo del interrogatorio que pudo haberlo firmado todo por su cuenta pero, «por transparencia», lo sometió a aprobación de la Junta Directiva y la Asam
blea, donde todos «estaban encantados» con el negocio.
Consciente de la discrepancia dentro y fuera del juzgado de Ana Muñoz, que fue jefa de Integridad y acabó dimitiendo, Rubiales señaló que ella «mezcla cosas». Primero, porque se pronunció al respecto votando en contra en 2019. Segundo, porque pudo pedir el contrato si quería verlo y no lo hizo. Y por último, dando por hecho que el secretario general, en algún momento, se lo habría enseñado.
De fondo, referencias a que los técnicos y las comisiones avalaban el movimiento y que él no tenía por qué meterse. El comisionado externo, que era su abogado de cabecera y también de la RFEF Tomás González Cueto, no tenía por qué hacer un informe puesto que era él quien estaba en la negociación y había trabajado el contrato. Y emitió aún así uno «escueto», dijo Rubiales, sobre la prórroga, dando luz verde. La comisión económica no tenía por qué informar porque era un ingreso y no un gasto y en cuanto a Cumplimiento, sostuvo que avalaron la legalidad y no vieron conflicto de interés alguno con Piqué. Eso sí, el informe es de 2022 porque se lo dijeron «de palabra», que entre compañeros, aseguró, se explica mejor que con papeles.
También se interesó el fiscal por la continuidad de sus actividades con Piqué, y ahí, Rubiales esgrimió su «derecho» a «intentar hacer nuevos negocios en Arabia Saudí, en Dominicana o dónde sea» con su propio dinero.
«Me llamó Gerard Piqué y me dijo, ‘hay esta posibilidad, vamos a verla’»
«Jamás ha habido ningún dinero que se reciba de manera irregular. Hemos trabajado con excelencia»
Nene y la constructora
El otro gran tema de la jornada era el presunto desvío de fondos de contratos de obra con Gruconsa a Dismantec, la sociedad de su amigo Francisco Javier Martínez Alcaide, ‘Nene’. Aseguró que no conoció esa empresa hasta que salió de la Federación –ahora está asociado con ella en otro negocio–. que no sabía que cobraba de Gruconsa ni nunca habló con Nene de ello. Por el camino, incidió en que la Federación puede «contratar a quien quiera» y que se hizo un concurso por «dar la máxima transparencia». Del caso concreto de La Cartuja, señaló que se lo dieron a esta empresa porque ya tenía trabajo técnico hecho sobre el estadio y que la Federación adelantó dinero. Sí dijo que Nene en pandemia les ofreció mascarillas y él lo rechazó porque habría estado feo.
«He tenido constantes ataques y esta es otra muestra más –dijo a los medios al salir del juzgado–, pero lo que mantengo y mantendré siempre es que jamás ha habido ningún dinero que se reciba de manera irregular. Hemos trabajado con la máxima excelencia».