ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Lágrimas en la cárcel de mujeres
El momento más emotivo de la jornada de ayer fue el encuentro del Papa con más de cuatrocientas internas en una cárcel de mujeres, en su mayoría jóvenes que llevaban a sus hijos menores de dos años, pues a partir de esa edad no pueden tenerlos en el penitenciario. Francisco besó a los niños mientras las internas lloraban. En nombre de las presas, la reclusa Janeth Zurita, a punto de terminar su condena por tráfico de drogas, le hizo ver que sus condenas afectan a sus hijos «que se quedan sin madres».