Nieve, frío y subida de la luz

Este era el Gobierno que se supone que iba a bajar o cuando menos mantener el precio de los servicios básicos para la población en general. A lo mejor no se han enterado de que la luz, junto con el gas y el agua, es uno de ellos.

Si tiramos de archivo, hay declaraciones de varios miembros del Gobierno actual echando la culpa a sus ahora adversarios de no hacer nada ante los abusos de las grandes multinacionales o empresas del sector; de no evitar encarecer por encima del IPC estos elementos, básicos en el día a día de las familias.

No tenemos suficiente con intentar entender todo lo que se paga en la factura de la luz; hay que hacer un máster para terminar dándote cuenta de que sobre todo se pagan impuestos, con lo cual el kilowatio te sale por un pico.

No es de recibo tanta inoperancia justo ahora que estamos en plena ola de frío polar. Lo dicho, una cosa es predicar y otra, dar trigo. Menos mal que no iban a dejar a nadie atrás, y menos muertos de frío. nos han regalado también un colegio iglú. Señores, se nos llena la boca hablando de la calidad del sistema educativo y la grandeza de sus profesionales, de las grandes dotaciones tecnológicas y de las miles de pizarras digitales que regalan todas las editoriales. Pero, me pregunto: ¿dónde están ahora todos esos consejeros y editoriales que tantas medallas se ponen?

En los colegios estamos pasando mucho frío. Pasamos una media de cinco horas sentados en plena corriente de aire y con temperaturas invernales. Estoy segura de que los niños no cogerán el Covid-19, pero, también por salud, sería necesario mejorar las condiciones de las aulas.

Toda la comunidad educativa ha hecho un gran esfuerzo para que el curso sea lo más llevadero posible. Acondicionamos los centros en septiembre; colocamos las clases con la distancia de seguridad que nos pidieron, como si de un puzle se tratara; hemos señalizado los pasillos y, en fin, hemos hecho todo lo posible por garantizar las mejores condiciones a esos niños por los que perdemos la cabeza si hace falta. Niños que también están demostrando cómo se hacen bien las cosas y que comprenden la importancia de la situación actual que estamos viviendo.

Pero ¿qué les ofrecemos a cambio? ¡Un colegio que es un iglú!