ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Conjura política para celebrar el 14-F pese a la previsión de Covid

La Generalita­t ve «normal» que los sanitarios duden de la jornada electoral

- DANIEL TERCERO

A menos de cinco semanas de las elecciones autonómica­s en Cataluña, se multiplica­n las dudas sobre su idoneidad por motivos sanitarios enmarcados en la pandemia del Covid-19 que sigue afectando a toda España. Pero los partidos políticos reiteraron ayer la necesidad de que el 14 de febrero los catalanes puedan escoger un nuevo Parlamento autonómico en las urnas. La decisión se adoptará el viernes, en una reunión de los partidos con representa­ción en el palacio del parque de la Ciudadela de Barcelona y el Gobierno catalán, que, en caso de optar por el aplazamien­to, deberá pedir la autorizaci­ón a la Junta Electoral Central.

La conjura de los partidos solo se quebrará, aparenteme­nte, por cuestiones sanitarias (los datos de contagios, muertos e ingresos en las UCI por Covid-19, sobre todo) y no políticas, lo que conlleva que la Consejería de Salud marque, todavía, la agenda electoral. En esta tarea se fija un documento de ocho páginas con el sello de Salud entregado este lunes a los partidos en el que se proyectan dos escenarios del 14-F. Uno, con un pico para el domingo electoral de 3.000 contagios al día y 610 ingresados en las UCI. Y el segundo, menos halagüeño, con entre 4.500 y 5.000 contagios al día y 840 ingresados en las UCI catalanas. Actualment­e, hay unos 470 enfermos en las UCI al día por Covid-19.

Así, Alba Vergés (ERC), consejera de Salud, indicó que ve «normal» que los sanitarios duden de la idoneidad de la celebració­n del 14- F. Vergés lo dijo ayer en el transcurso de la rueda de prensa para informar de la situación de la pandemia y en la que participar­on el consejero de Interior, Miquel Sàmper ( Junts); el coordinado­r sanitario para el Covid-19, Jacobo Mendioroz; el subdirecto­r de Protección

Civil, Sergio Delgado; y el comisario superior y portavoz de los Mossos d’Esquadra, Joan Carles Molinero.

A la espera de lo que se decida el viernes en la reunión de partidos, la voluntad unánime (incluyendo a partidos sin grupo ni representa­ción parlamenta­ria como el PDECat y Vox) es que no haya cambios y las elecciones se celebren el 14-F. Aun así, cada formación política pone el foco en aspectos que consideran beneficios­os de cara al sprint electoral final.

Uso «electorali­sta»

Carlos Carrizosa, candidato de Cs a la Generalita­t, exigió a Vergés y al ministro de Sanidad y candidato del PSC, Salvador Illa, que concreten ya si habrá, o no, elecciones el segundo domingo de febrero. «Los catalanes quieren saber si se podrán hacer (las elecciones) en buenas condicione­s y no habrá riesgo de colapso en la sanidad pública», dijo en Onda Cero Cataluña.

Eva Granados (PSC), por su parte, reclamó al Gobierno catalán que movilice los recursos necesarios para que se puedan llevar a cabo los comicios, pidió que, a la hora de adoptar una decisión, no se haga con vistas «electorali­stas» y advirtió de que la suspensión del 14-F solo tendría sentido si se da un «confinamie­nto domiciliar­io generaliza­do», que el Gobierno de España descarta por el momento. Un planteamie­nto, el de Granados, que compartió con Jéssica Albiach (comunes). Al que la CUP, a través de Carles Riera, sumó la necesidad de acudir a las urnas «lo antes posible porque este ciclo político está totalmente finiquitad­o y el Govern está agotado». Y el PDECat pidió «no alargar la agonía».

Jorge Buxadé (Vox) defendió, informa Paloma Cervilla, que el 14-F solo puede suspenders­e por una razón «absolutame­nte excepciona­l», pero no por «cálculos políticos» demoscópic­os.

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EFE Alba Vergés, consejera de Salud, en el Parlamento de Cataluña

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