ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
¿Y hoy quién juega?
que el duelo ante los gijoneses, fijado para las siete de la tarde, se tuvo que retrasar una hora y media.
En el debate sobre el aplazamiento de partidos por la fuerza de Filomena, algunas declaraciones han resultado precipitadas y algunos han quedado señalados. «Soy partidario del aplazamiento del partido, me parece mucho riesgo la manera como se va a viajar y también el estado del campo, que va a estar nevado. Me parece irresponsable exigir jugar un partido así», denunció Manuel Pellegrini el domingo en la previa del duelo ante el Huesca. El partido estaba fijado inicialmente para el lunes y el Betis, que viajó sin incidencias, no se encontró nada de nieve en El Alcoraz.
El único partido suspendido finalmente por Filomena fue el AtléticoAthletic, que apunta ahora al mes de marzo debido a un calendario que no da tregua. Los madrileños reciben hoy al Sevilla en encuentro aplazado correspondiente a la primera jornada y Simeone y Lopetegui no se pusieron de acuerdo sobre los efectos que puede tener que los madrileños no jugaran el sábado. «El Sevilla viene de competir, con un ritmo de juego muy bueno», declaró ayer Simeone, que se encontró con el lamento del técnico andaluz: «El Atlético llega con una semana de descanso y nosotros con tres días». Nunca nieve a gusto de todos. oy, avanzado ya enero y con 18 fechas ya consumidas por algunos equipos, usted podrá disfrutar de un encuentro de la jornada 1 de esta Liga –un partidazo como el Atlético-Sevilla– poco después de otro de la jornada 4 –queda pendiente el Granada-Osasuna–, cosas de un calendario que ya nació torcido y al que el temporal ha acabado por descuajaringar del todo. Mañana, a la hora de la cena, juegan Real Sociedad y Barcelona, pero eso, no vaya a liarse, es Supercopa de España, la primera semifinal de un torneo que iba a recoger una lluvia de millones en Arabia Saudí y que se conforma, es lo que hay, con celebrarse en Andalucía. El fin de semana hay Copa del Rey y también la final de la mencionada Supercopa, el colofón a una semana de parches y de equilibrios para salvar una temporada estrambótica y complicadísima de seguir.
Hay que agradecer, y no hay ironía ni sarcasmo en el comentario,
Htodos los esfuerzos que se llevan a cabo por parte de las instituciones para que se juegue a la pelota en este deprimente escenario –quizá algún esfuerzo de más forzando la máquina hasta límites desconocidos, como ha pasado con Filomena–, pero el fútbol corre el riesgo de perder su esencia, que no es otra que la pasión del aficionado. Ya se torció la cosa cuando se rompió el horario unificado, aquellas estupendas tardes de transistor con gol en Las Gaunas y penalti en El Plantío, y ahora cuesta que los superiores se crean a la sección de Deportes cuando se vende, día sí y día también, que hay partido. A ver, ¿hoy quién juega? Y siempre hay una respuesta, siempre.
Es verdad que el coronavirus ha condicionado todo, pero igual de cierto es que se percibe un desencanto generalizado con el fútbol, seguramente agudizado porque con la pandemia casi no apetece nada más allá de arrasar la nevera. Se mezcla, a ese calendario indescifrable, la falta de público en los campos, los horarios, la polémica interminable con el VAR y hasta el propio espectáculo, imposible de mantener un listón muy alto con partidos tan seguidos. Lo dicho, hoy hay Liga.