ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Retrasar la aplicación de la segunda dosis asusta a los virólogos
Los expertos temen que cambiar la pauta pueda acelerar la aparición de mutaciones
La llegada con cuentagotas de las vacunas contra el Covid-19 no solo ha puesto en apuros a España. La decisión del Reino Unido de utilizar todas las dosis disponibles con el objetivo de inmunizar al mayor número de personas, retrasando la administración de la segunda dosis hasta 12 semanas, en lugar de las tres o cuatro semanas probadas en los ensayos clínicos, ha hecho que algunos expertos llamen la atención del posible riesgo que eso puede suponer para la eficacia de las vacunas.
El virólogo de la Universidad Rockefeller, Paul Bieniasz, llegó incluso a afirmar que esta decisión era la mejor manera de crear una nueva versión resistente a las vacunas. A Bieniasz y otros virólogos les preocupa que extender el intervalo de dosificación pueda hacer que los millones de personas con inmunidad parcial a la espera de su segunda dosis se conviertan en un caldo de cultivo potencial para mutaciones resistentes a las vacunas.
«¿Ahora queremos cambiar la pauta cuando la evidencia de los ensayos clínicos nos dice cuál es la más adecuada?», se pregunta Marcos López Hoyos, presidente de la Asociación Española de Inmunología. «Puede funcionar», reconoce, «pero no hay evidencias, mientras que en el caso de las dos o tres semanas sí la hay».
«El planteamiento de las autoridades sanitarias británicas es muy interesante», señala Jaime Jesús Pérez, de la Asociación Española de Vacunología (AEV). «A igual eficacia, vacunas al doble de la población y demoras la segunda dosis hasta que haya una mejor distribución». En su opinión, la posibilidad de mutaciones resistentes es una «hipótesis que no parece que vaya
Los riesgos
La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, afirmó ayer que la situación sanitaria en Ibiza es de «riesgo extremo» por la mala evolución de la pandemia. a ocurrir». Y recuerda que hay muchas personas que no completan las pautas en otras vacunas, y «no es un problema». Además, el experto recuerda que lo han hecho con otras vacunas, como la del meningococo. «Ante una situación epidemiológica tan complicada, llevar protección al mayor número de personas es una estrategia que puede ser acertada, esperando que en el segundo trimestre haya más suministro de vacunas».
«El doble de personas con inmunidad parcial tiene que ser mejor que la inmunidad total en la mitad de ellos», escribe en «Nature» Andrew Read, de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE.UU.). Y, como señala el experto de la AEV, «no estamos hablando de intervalos de tiempo muy largos». Así, recuerda que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) ha asegurado que la segunda dosis se puede posponer hasta seis semanas. «Una postura intermedia, como la de la OMS, sería a lo mejor lo más adecuado».
Pero en este debate hay opiniones para todos. Muchos expertos recuerdan que se producen miles de millones de replicaciones virales cada segundo, lo que facilitaría que surjan mutaciones a medida que el coronavirus comete errores. Así, una variante viral detectada por primera vez en Sudáfrica ya ha desarrollado dos mutaciones que bloquean la eficacia de los anticuerpos utilizados para tratar el Covid-19, lo que sugiere que podría bloquear los anticuerpos inducidos por la vacuna.
Los expertos temen que alargar el intervalo de dosificación a tres meses podría acelerar la aparición de tales mutantes al crear un grupo de personas inmunodeprimidas que tienen suficientes anticuerpos para ralentizar el virus y evitar el desarrollo de síntomas, pero no lo suficiente para eliminarlo. De hecho, algunas hipótesis aseguran que así es como surgió la variante británica que parece ser más contagiosa.
«A los virólogos les preocupa que, si esta estrategia no funciona, los ni
Allí, la incidencia acumulada a 14 días es de 1.242 casos y la tasa de positividad es del 26%, la mayor de todas las islas. De momento, solo Formentera está cerrada.
«El doble de personas con inmunidad parcial tiene que ser mejor que la inmunidad total en la mitad»
Sanitarios en Zaragoza reciben las primeras dosis de Moderna, el día 13 veles de anticuerpos bajos faciliten las mutaciones de escape del virus», señala José Ramón Arribas, del Hospital La Paz de Madrid. Y, añade, «esas mutaciones de escape, podría afectarnos a todos».
La aparición de variantes, explica Isabel Sola, del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC, no hacen que esa variante sea más letal o transmisible, ni que comprometa la eficacia de las vacunas existentes. «La relevancia de estas variaciones está por determinar. No significan nada hasta que tengamos más información», asegura la investigadora.
Ya hay algunos datos que apoyan la posibilidad de que la inmunidad parcial pueda generar nuevas variantes. Por ejemplo, un estudio publicado recientemente en «The New England Journal of Medicine» informó cómo, en un caso prolongado y finalmente fatal de SARS-CoV-2 en un hombre inmunodeprimido, el virus siguió mutando a un ritmo más rápido en comparación con el virus que circula en el población general.
Pero los biólogos evolutivos que utilizan modelos informáticos para generar escenarios de «escape» viral de las vacunas dicen que aún no hay suficientes datos para calcular este riesgo, todavía hipotético, y es poco probable que una sola mutación haga que la efectividad de la vacuna caiga en picado. Además, si eso ocurriera, tampoco sería una situación tan preocupante, señala Isabel Sola. «La tecnología con la que se han diseñado las vacunas de ARN para el coronavirus permiten una reformulación sencilla».
Pero lo importante, concluye Jaime Jesús Pérez, «es vacunarnos, cuanto antes, mejor, y con las dos dosis, que es lo que ha funcionado en los ensayos».