Precio del alquiler

La semana pasada Idealista publicaba la evolución del precio del alquiler en los últimos meses. Saltaba la sorpresa. En las principales capitales los precios están corrigiendo. Hoy alquilas una vivienda de media casi un 10% más barata que hace un año. Detrás de esta caída de los precios hay razones sobre todo coyunturales que se están traduciendo en una mayor oferta que demanda.

En Madrid y Barcelona mucho tiene que ver con el notable incremento de oferta que ha supuesto que los pisos que en los últimos años se habían destinado al alquiler vacacional a través de las distintas plataformas de internet hayan vuelto a lo que podríamos llamar alquiler tradicional. Además esto ha coincidido en un momento en el que la demanda se ha visto afectada por las restricciones de movilidad por la epidemia. También probablemente y como consecuencia de lo anterior se está produciendo un cierto éxodo del centro de las ciudades hacia las afueras. Y luego, y esto tiene más de estructural, los bajos tipos de interés convierten en algunos casos la compra en una buena opción frente al alquiler.

Más allá de lo que pueda estar pasando con el mercado y lo que pueda pasar a futuro, la caída de los precios no puede ser más oportuna. En cierta medida, lo que está pasando desmonta la razón de ser de la reforma legal de corte populista que lleva tiempo sobrevolando el sector. Intervenir los precios sin entender las razones que hay detrás de su comportamiento en el mercado además de un error puede resultar contraproducente. Una eventual fijación de precios que desproteja a los dueños de las casas se traduciría en que muchos de estos propietarios –y hay que recordar que son principalmente los pequeños los que controlan el mercado del alquiler– retiraran sus casas del mercado. Los precios de cualquier cosa no se pueden marcar por decreto.

Hay que dejar al mercado funcionar porque como estamos viendo se ajusta a aquello que los que hemos estudiado economía aprendimos de Samuelson: la oferta y la demanda. A futuro el precio subirá y bajará para luego volver a subir y bajar. Lo que hay que entender que cuantas menos trabas pongas al mercado, los ajustes serán más suaves y redundará en beneficio de todos, arrendadores y arrendatarios.

A ver si lo que está pasando últimamente sirve para atemperar las ansias intervencionis

tas del Gobierno. La seguridad

jurídica es algo primordial y en

aras de su preservación pesa lo

mismo lo que haces y lo que

dices.

efecto. Por un lado se va a comen

zar a gastar en lo que no se ha

podido hasta ahora, lo que

redundará en una más rápida

recuperación de la economía que

soltará más velozmente el brazo

de los agentes económicos.

Importa señalar que el «stock» acumulado de ahorro hace que el primer golpe no tenga precedentes. En el momento que se dé el pistoletazo de salida vamos a vivir una fortísima recuperación que desde luego no es comparable a otros ciclos donde lógicamente la recuperación de la confianza fue más paulatina. se va a producir un efecto descorche de botella de champán en el que se va a tratar de recuperar el tiempo perdido y