ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El Barça pierde el tiempo en Cornellá
Falla dos penaltis y solo puede superar a un Segunda B con un gol en la prórroga
Yo ya sé que hay muchos que esto lo ven encantador, pero a mí me parece un tremendo despropósito. Florentino tiene razón cuando dice que Barça y Madrid tienen que jugar en una Liga privada y europea, y que la Champions se convierta en un mundialito de clubs bien organizado. No es serio que el Madrid juegue contra el Alcoyano. Ni siquiera es serio que por culpa de un partido que ya de entrada no tenía ningún sentido tengamos ahora que afrontar una final descafeinada de este torneo, como siempre que Barça o Madrid no la juegan. El deporte está bien, pero para los amateurs. El deporte, la superación, etcétera. Para los gordos como yo es estupendo. Pero el fútbol, cuando lo juegan Barça y Madrid, no es un deporte: es un espectáculo. Y un espectáculo que compite con Disney, con Amazon o con Netflix. Y a este nivel, para darle continuidad y sentido, y para que pueda competir en condiciones, necesita cada vez más dinero. Por lo tanto, si pretendemos (y supongo que estamos de acuerdo en que lo pretendemos) que los dos equipos cuenten con los mejores jugadores del mundo y puedan ganar todos los títulos en juego, necesitan que cada partido sea un acontecimiento de primer orden internacional que genere los debidos ingresos, y no una tonta manera de arriesgar la integridad de sus estrellas en terrenos de juego demenciales y contra equipos que son una pérdida de tiempo, que quiere decir de dinero.
El Cornellá jugó dignamente, su portero Ramón paró dos penaltis y vuelan para todos y cada uno de sus jugadores mis más sinceras felicitaciones, pero en un mundo inteligente, que es un mundo que entiende los negocios, el Barça ayer tendría que haber jugado contra cualquier campeón europeo o sudamericano, lo mismo que el Madrid el martes. Y antes de que salgan los tontainas de la autenticidad y de la justicia social, los que confunden su dignidad con lo que no es rentable, como si hubiera una necesaria reciprocidad, déjenme decirles que los que tan a favor están de que el Barça vaya a jugar a Cornellá son los que luego ponen el grito en el cielo cuando el club arruinado corre el riesgo de dejar de ser de los socios y que se lo quede Goldman Sachs. Goldman Sachs entiende los negocios, y además la circuncisión, aunque da menos juego, es una superioridad.
El partido fue un dolor de muelas para el Barcelona, y los delanteros de Cornellá porque son muy malos, y chutaban como si se entrenaran entre semana con piedras en la calle, pero tuvieron ocasiones de sobra para marcar y ganar. El portero Ramón, como el del Alcoyano, fue el héroe de su equipo. Además de los penaltis, respondió a un duro disparo de Pjanic con una mano memorable. Griezmann falló todo lo que un bípedo puede fallar. Braithwaite también hizo su parte de ridículo. Dembélé en la prórroga perforó al pobre Cornellá, que lo hizo todo y no le sirvió de nada, y quedó resignado en el que por otro lado es su rincón de la Historia. Y Braithwaite remató la faena cuando ya no hacía falta.