ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
MIDNIGHT ILLA
« Los independentistas pierden la mayoría absoluta y Esquerra quedará tercera». Son los datos que maneja el PSC y con los que confía que su candidato, Salvador Illa, sea el próximo presidente de la Generalitat. El ya exministro de Sanidad llegó en el AVE de la medianoche de ayer a Barcelona para instalarse definitivamente en su casa, pero desde el día que anunció su candidatura se ha convertido en el centro de la política catalana. El tono partidista dejó paso desde el principio a una voz más presidencial. Un discurso más entero, basado en la confianza, en la superación de la decadencia, y en el fin del revanchismo. «Haré que las cosas pasen», afirma el candidato. «Cataluña necesita una mejor financiación pero tendríamos más credibilidad al reclamarla si gastáramos correctamente el dinero que tenemos». Illa tiene pensado anunciar esta mañana al que sería su consejero de Economía. Por su parte, los demás partidos organizan su estrategia respecto a él. «Ella o Illa» es el eslogan de la candidata de Junts per Catalunya, Laura Borràs. «Estas elecciones serán entre Esquerra y el PSC», ha dicho desde la cárcel Oriol Junqueras. Al candidato de Vox, Ignacio Garriga, la casi única pregunta que le hacen en todas las entrevistas, públicas y privadas, es si está preparado para asumir que, de darse la aritmética, no tendrá más remedio que favorecer la investidura del ministro al que su partido más ha insultado. En menos de un mes, Illa se ha convertido en el eje vertebrador de la política catalana. Es la primera vez desde la recuperación de la democracia que la mayoría independentista está, por lo menos, en el alambre.