El Melillero insiste en su inocencia y la juez amplía los cargos

El agresor del ácido fue juzgado ayer por maltratar a la madre de su hijo en 2016

José Arcadio D. N., alias el Melillero, salió ayer de la prisión de Alhaurín para una doble cita judicial, sin rastro de la huelga de hambre que amenazó con seguir y que duró una cena. Tenía que comparecer en el juzgado que instruye la doble tentativa de asesinato a su exnovia y a una amiga el pasado día 12 en Cártama, a las que arrojó ácido sulfúrico. Y además enfrentarse a un juicio por maltratar a su pareja anterior y madre de su hijo, hechos ocurridos en 2016.

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 3 de Málaga, el primero en el que compareció, ratificó la prisión provisional sin fianza para el Melillero, al que acusa de dos delitos de tentativa de asesinato. Fuentes judiciales confirmaron que además se le investiga por los delitos de amenazas y daños. El preso llegó alrededor de las 9.00 horas a la Ciudad de la Justicia de Málaga y su declaración comenzó pasadas las 9.30 de la mañana. Se acogió a su derecho a no responder a las preguntas de la juez ni a las de la Fiscalía.

Sólo respondió a las de su defensa, negó las agresiones y dijo que jamás hubiera deseado una cosa así, según Ep. Los hechos por los que fue detenido, tras varios días de búsqueda, tuvieron lugar en Cártama el martes día 12 de enero. El Melillero se acercó al coche en el que se encontraban Sandra y Cristina, las dos víctimas del ataque, y las roció con un bote con ácido.

Ambas continúan ingresadas. Una de ellas, la exnovia, fue trasladada al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde sigue en estado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con un 45 por ciento de quemaduras, mientras que su amiga está estable aunque también grave en la Unidad de Quemados del Hospital Regional de Málaga.

Tras la comparecencia ante la juez de Violencia sobre la Mujer, el preso fue conducido alrededor de las 11.30 al Juzgado de lo Penal número 13, que celebró el juicio por malos tratos, amenazas y vejaciones. El origen, la paliza que dio en 2016 a una expareja anterior con la que tiene un hijo. Los hechos tuvieron lugar en una discoteca, donde el acusado golpeó y arrastró a la víctima por el suelo y posteriormente la amenazó en redes sociales y por teléfono.

La Fiscalía mantuvo su petición de dos años y medio de prisión. Según el escrito de acusación, la víctima estaba en una discoteca de Marbella y se encontró con él, que le pidió explicaciones por estar allí.

«Te voy a meter un tiro»

«Con ánimo de menoscabar su integridad física», la agredió, le dio un puñetazo en la cara y la tiró al suelo, donde la agarró por el pelo y la arrastró por las escaleras. Cuando la joven pudo escapar, el acusado la volvió a alcanzar y la arrojó sobre el capó de un vehículo donde siguió golpeándola. Ella huyó y se encontró con una patrulla de la Policía que la acompañó a un centro de salud.

Después él le pidió perdón por teléfono y quiso ver a su hijo. Al negarse la víctima la llamó desde números ocultos para injuriarla y vejarla. «Te voy a meter un tiro que te voy a dejar inválida», la amenazó. A través de redes sociales siguió haciéndolo: «Te voy a sacar las tripas». El juicio debería haberse celebrado en abril de 2020, pero la pandemia obligó a suspenderlo. Ayer quedó visto para sentencia.