ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Biden mantiene la línea dura que hereda de Trump frente a China

-

Es uno de los muchos detalles que muestran que la Administra­ción Biden abrazará y aprovechar­á la posición de fuerza que Trump buscó mantener frente a China. En su confirmaci­ón en el Senado, Blinken defendió que el expresiden­te estaba en lo correcto al «endurecer» la posición con Pekín y en la calificaci­ón de «genocidio» sobre el trato a la minoría uigur.

Blinken también advirtió a China que cualquier uso de fuerza contra Taiwán sería un «error lamentable». La Administra­ción Biden ha seguido en este aspecto el camino marcado por Trump, que en 2016, tras ganar las elecciones y convertirs­e en presidente electo, habló por teléfono con la líder de Taiwán, la presidenta Tsai Ing-wen, una decisión que encolerizó a Pekín.

Biden dio el paso de invitar por primera vez a una investidur­a al embajador de facto de Taiwán en EE.UU. La respuesta de China fue el envío de 28 aviones de guerra al espacio aéreo taiwanés pocos días después.

Los «abusos» cometidos

La retórica que utiliza la Administra­ción Biden sobre China no varía de la heredada de su antecesora, en una muestra de que una de las pocas cosas que puede unir a los estadounid­enses es la amenaza china. Su secretaria de Prensa, Jen Psaki, ha hablado de los «abusos» de China, en comercio y en transferen­cias tecnológic­as, y ha defendido el «exigir responsabi­lidades» a Pekín.

El propio Austin aseguró que China es «la amenaza más significat­iva» en Defensa y defendió que la Estrategia Nacional de Defensa, publicada por el Gobierno de Trump en 2018 y que insistía en los peligros de China, «sigue vigente». Hasta la nominada para ser embajadora ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, tuvo que retractars­e por un discurso de 2019 en el que alabó las políticas de China en África. «Fue un gran error», dijo esta semana en su proceso de confirmaci­ón ante el Senado.

Pekín tampoco ha ayudado a que el comienzo de sus relaciones con la Administra­ción Biden sean pacíficas. Pocas horas después de la jura de su cargo, China imponía sanciones contra una treintena de altos cargos de la Administra­ción Trump, incluido Pompeo. La Administra­ción Biden calificó la decisión de «improducti­va y cínica».

El problema para Biden es que necesita la cooperació­n de China para algunos puntos fundamenta­les de su programa político. El presidente ha decretado el regreso de EE.UU. a la Or

La nueva Administra­ción da la razón al expresiden­te en su relación con Pekín, que a su juicio tiene «cada vez más aspectos conflictiv­os»

ganización Mundial de la Salud, una institució­n donde China tiene mucho peso, como parte de los esfuerzos para controlar la pandemia.

Pekín también debe ser un socio en otra de las prioridade­s de Biden: el cambio climático. Nada más llegar a la Casa Blanca, decretó la vuelta al Acuerdo de París y esta semana ha impuesto que la política medioambie­ntal esté en el centro de todas las decisiones de política exterior y seguridad nacional. La colaboraci­ón con China, la segunda potencia industrial, es ins

 ??  ?? El presidente de EE.UU.,
Joe Biden, seguido de la vicepresid­enta, Kamala Harris
El presidente de EE.UU., Joe Biden, seguido de la vicepresid­enta, Kamala Harris

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain