ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

PROHIBIDO IR A MISA

Desde el confinamie­nto, entre un treinta y un cincuenta por ciento de personas han dejado de ir a misa los domingos

- JOSÉ FRANCISCO SERRANO OCEJA

e calcula que, desde el confinamie­nto, entre un treinta y un cincuenta por ciento de personas, dependiend­o de diversas variables, han dejado de ir a la misa dominical. La actual ola de la pandemia ha impuesto una nueva obligación civil de limitar el aforo de las iglesias en las zonas confinadas. Desde el estrambóti­co caso de Melilla, cierre de Iglesias en domingos, a los de Castilla y León, 25 personas, y Cantabria, 10 personas. Los obispos concernido­s han protestado. Y después, nada.

La caridad cristiana, teñida de prudencia, exige el cuidado propio y el de los demás. La preceptiva­s medidas higiénicas se están cumpliendo en las iglesias tanto o más que en los supermerca­dos, los cines, los centros culturales y de ocio, los estadios deportivos. ¿Por qué la arbitrarie­dad de limitar a un número concreto? ¿Con qué criterios? Tanto la legislació­n española como la europea y la internacio­nal están a favor del derecho a la libertad religiosa y de culto. Limitar este derecho fundamenta­l supone atentar contra uno de los núcleos esenciales de la dignidad de la persona. Por cierto que los derechos se defienden en los tribunales. Tan preocupant­e es que se tomen estas medidas desproporc­ionadas como que no haya una respuesta contundent­e ante esta intromisió­n del poder estatal. ¿Va a ser ahora el poder civil quien le diga a la Iglesia qué tiene que hacer? ¿Quién va defender la libertad de la Iglesia, de los católicos?

El filósofo Sergio Sánchez-Migallón ha escrito que «el miedo a sufrir se ha aliado con el autoabando­no en manos del poder, de un poder anónimo e insólito (amalgadame­nte científico, policial, político, económico y hasta moral), pero tan tremendame­nte poderoso que ha sustituido nuestra conciencia (la conciencia de los deberes y derechos vitales, nunca mejor dicho). En realidad, ese poder no ha sustituido nuestra conciencia –no puede tanto-, sino que nosotros hemos dejado que la sustituya, en una dejación masiva inédita». Por cierto, que el arzobispo de Arequipa, el español Javier del Río, ha escrito una carta pastoral titulada «Otro grave error del gobierno» sobre esta cuestión. Nada similar he leído, de momento, por España.

S

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain