ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
España no es que adopte medidas distintas, sino contrarias a otros países
Madruga ve posible la recuperacion empresarial, pero con problemas que piden pymes y autónomos son ayudas directas para poder afrontar los gastos que tienen como consecuencia de las restricciones sanitarias. Esas
—¿Es cierto que nuestro país está adoptando medidas muy distintas a las de los países de nuestro entorno?
— Distintas no, completamente contrarias. En los países de Europa, las ayudas a empresas son subvenciones directas para circulante y para compensar los gastos del cierre que se les impone por sanidad. En Europa los Erte no se prorrogan trimestre tras trimestre, manteniendo las obligaciones de mantenimiento de empleo, pero reduciendo al mismo tiempo en cada nueva prórroga las exenciones a los empreayudas directas, que son las que demandamos, en el anuncio quedan difuminadas y, además, se condicionan a una serie de modificaciones legales sarios. En Europa no se han mantenido ni subido los impuestos a las empresas, se han bajado. Y el resultado es que en Europa miles de empresas y trabajadores están manteniéndose, mientras que en España miles de pymes y autónomos han tenido que cerrar sus negocios, y cientos de miles de trabajadores se han visto abocados al paro. Lo malo en el caso de España es que lo peor está por llegar porque a los efectos económicos de la pandemia se añade que perdemos competitividad. Lo vamos a ver en el primer trimestre de 2021, que va a ser crítico. que, para empezar, no son necesarias. Da la sensación de que se quiere dilatar la decisión de conceder esas ayudas, ofreciendo como excusa un largo trámite legislativo y los empresarios no están para dilaciones innecesarias. Lo que tenga que hacerse en este sentido que se haga ya o llegará tarde.
Ayudas y empleo
—¿Cómo viven los empresarios que todas las ayudas, ya sean en forma de Erte o económicas, estén vinculadas al mantenimiento del empleo? — Pues que es lo mismo que pedirles que acierten una quiniela de 15. El empresario no sabe si va a poder mantener el empleo porque no depende de su voluntad, sino de las medidas de confinamiento, limitación de aforos y de horarios que impone el gobierno. Por tanto, es el gobierno el que debe garantizar el mantenimiento del empleo y no exigirselo al empresario. La única forma que tiene el gobierno de ayudar a mantener el empleo no es con subsidios, sino dando ayudas directas a las empresas. Resulta irónico y trágico que quien impone las restricciones derive la responsabilidad de mantener el empleo a quien las padece. Es tanto como decir invito yo, pero pagas tú. Y la realidad es que ya no hay dinero en las empresas para pagar nada. —Analicemos los distintos sectores empezando por el comercio.
— El comercio está hundido. La campaña de Navidad ha tenido un comportamiento muy negativo, afectando a toda su cadena de valor. Si a ello añadimos que la campaña de rebajas ha tenido muy poca incidencia, porque los precios arrastraban caídas desde marzo y que Filomena terminó de dar la puntilla en muchas localidades, sólo podemos decir que es un sector al que se le tiene que ayudar inmediatamente. —El turismo
— La campaña de turismo se perdió, casi completamente, en 2020 y la de 2021, que comienza en marzo y acaba en octubre, corre riesgo de perderse completamente. El turismo y toda su cadena de valor están, como el comercio, completamente hundidos.
—La hostelería, que es parte del turismo, ha salido estos días a la calle en Toledo y más ciudades de España. — Efectivamente es una parte del turismo muy importante, pero no la única. El turismo tiene una cadena de valor muy larga y hay que atenderla a toda ella. Pero es cierto que la hostelería está arruinada. El sector siente que se le ha tomado como chivo expiatorio, porque es fácil de controlar si cumple o no con las restricciones sanitarias. Pero todos sabemos que quién está produciendo los contagios son esos colectivos sociales que a nivel particular hacen lo que les da la gana de un modo totalmente irresponsable y prácticamente de forma impune. Hoy es más seguro comer en un restaurante o tomarse una caña en un bar que hacerlo en casa de tu vecino o en la calle. Hoy es más seguro entrar en un bar que ir a votar o montarse en un avión. Y parece que se va a votar y que los aviones viajan llenos. Y claro, cuando la injusticia se palpa el sector estalla. —¿Hay división en el sector de la hostelería en Toledo?
— Espero que no, y si la hay espero que sean capaces de reconducir la situación. Ni la hostelería ni ningún otro sector puede permitirse estar divididos. El divide y vencerás es algo tan viejo como el mundo. Lo mejor para quien impone obligaciones es que el empresariado esté dividido. Así se habla de la división y no del problema concreto que se tiene que resolver. Y lo que hay que resolver son dos cosas: la primera, ayudas directas al sector; la segunda, racionalizar las medidas sanitarias haciéndolas equilibradas. Lo primero es la salud, sin duda, pero hay margen para conciliar salud y economía.
Conflicto social
—Desde Fedeto han señalado que prevén un conflicto social grave. — Cuando se adoptan medidas improvisadas las consecuencias son impredecibles. Estamos viendo en las calles, casi a diario, que muchos sectores empresariales están manifestando su agonía y hartazgo y que las medidas que demandan no llegan. Cuando cientos de miles de empresas, de familias, de trabajadores, de parados, de personas en Erte están padeciendo una agonía así y una incertidumbre con respecto a su futuro inmediato, esas demandas corren el riesgo de convertirse en exigencias desesperadas. Debemos evitar la desesperación y no se está haciendo. La única forma de evitarla es ayudando ya a las empresas, porque así los trabajadores, parados y sus familias saldrán adelante. Si no se hace es posible que nuestro país pueda verse inmerso en un conflicto social que podría estallar, sobre todo si la situación económica permanece así durante más tiempo o, lo que sería peor, que se convirtiera en estructural. Sin empresas no habrá recuperación económica posible ni se podrá superar el grave problema de paro que tiene nuestro país. —Por último ¿saldremos de esta crisis?
— Sin duda lo haremos. La cuestión es cómo, y eso depende de dos factores. El primero, la evolución de la pandemia, que por lo que vemos evoluciona en picos de sierra y de forma descontrolada. El segundo factor, del que va a depender la recuperación, son las medidas que se adopten respecto de las empresas: ayudas directas, impuestos etc… Algo que, de momento, no se ajusta ni a las necesidades de las empresas ni a la realidad de la situación económica en la que nos encontramos.
Conflicto social
Si no llegan las ayudas a las empresas, es posible que nuestro país pueda verse inmerso en un conflicto social que podría estallar